A partir de este mes, dos pequeños autobuses sin conductor compartirán las calles con peatones, ciclistas y otros vehículos en Estocolmo. Su velocidad no supera los 24 kilómetros por hora. Estos minibuses son un gran ejemplo de transporte urbano multimodal, tal vez el modelo para el futuro cercano en las ciudades inteligentes.
El proyecto de conducción autónoma es una iniciativa conjunta entre Ericsson y socios locales como Nobina, SJ, la ciudad de Estocolmo, Klövern, KTH and Urban ICT Arena. El propósito es probar autobuses autónomos durante un largo período de tiempo en calles públicas bajo condiciones de tráfico reales.
Las pruebas incluyen distintas condiciones climáticas, así como un sistema de control remoto y de respuesta humana. Ericsson está proporcionando su unidad de Transporte Urbano Conectado (Connected Urban Transport, CUT), que incluye el seguimiento de los autobuses autónomos. La conexión de los autobuses a una red 5G está contemplada para la segunda mitad de la prueba de seis meses.
Los minibuses forman parte del proyecto Drive Sweden, un programa de innovación estratégica lanzado por el Gobierno sueco que reúne a socios de todos los sectores de la sociedad para abordar los desafíos y las oportunidades de la seguridad vial, la adaptación de la infraestructura y la legislación relacionada con el transporte.