Tras la investigación de 17 medios de comunicación, Amnistía Internacional y Forbidden Stories, en la que han encontrado pruebas de utilización del spyware de la compañía NSO Group para hackear a periodistas, activistas y trabajadores públicos de todo el globo, AWS ha decidido cerrar toda su infraestructura y cuentas vinculadas a la empresa israelí. En declaraciones recogidas por Reuters, un portavoz de Amazon ha señalado que “cuando nos enteramos de esta actividad actuamos rápidamente para cerrar todo lo relacionado a las cuentas relevantes”.
Estos medios se hacen eco de que ha habido un “abuso generalizado y continuo” del spyware o malware de espionaje de NSO, Pegasus, que ha sido vendido a hasta 60 agencias militares, de inteligencia o seguridad en 40 países de todo el mundo, y que vulnera smartphones mediante el robo de mensajes, fotos y correos electrónicos, la grabación de llamadas y la activación de micrófonos en secreto.
Desde la propia compañía han afirmado que su producto está destinado únicamente a las administraciones públicas que combaten el terrorismo y el crimen y han negado, en una declaración oficial, los informes publicados. “El informe de Forbidden Stories está lleno de suposiciones erróneas y teorías no corroboradas que plantean serias dudas sobre la confiabilidad y los intereses de las fuentes”, señalaron.