Desde que Big Data surgió a finales de la década de los noventas, nos ha fascinado la promesa de buscar información en grandes conjuntos de datos. Los CIO han emprendido una carrera para conectar montañas de datos, lograr la configuración de sistemas de análisis complejos y entregar informes efectivos y brillantes.
Sólo hay un problema: los líderes empresariales todavía no tienen una confianza sólida en esta historia. La cuestión radica en una práctica arriesgada que se conoce como “intercambio de datos”. La idea es buena. Compartir datos entre socios comerciales crea valor, ideas y ayuda a su organización a crecer. Eso estaría bien si la seguridad de los datos no fuera el factor decisivo.
Un freno y una posibilidad de cambio
Los directores, los CEO, las OSC, los CIO y los gerentes de riesgos tienen razón: ¿Por qué deberían respaldar un proyecto de intercambio de datos cuando se pone en riesgo la seguridad de los datos de los clientes? Respuesta: ¡No deberían!
Este problema es uno de los mayores frenos en el crecimiento corporativo y la productividad. Y está a punto de empeorar con las distintas legislaciones sobre protección de datos y sobre la obligación de hacer pública una violación de éstos que involucre a su organización.
Las empresas se enfrentan a las posibilidades de sanciones civiles y fuertes multas por no cumplir con los requisitos de notificación.
Entonces, ¿eso significa que debe alejarse de la promesa de décadas de colaboración de datos? No, no si quiere que su empresa crezca y prospere. Considere a las organizaciones que aparecen en la lista de MIT Technology Review de “Las mejores 50 empresas más inteligentes”. No se levantaron para dominar sus mercados respectivos sobre la base de la sensación visceral.
Tan sólo mire los tres primeros de esta lista: Nvidia, SpaceX y Amazon. Cada uno aplica profundos conocimientos adquiridos a partir de un tesoro de datos. ¿Pero acaso esa información es segura? Sólo piense qué impacto tendría una violación masiva de datos en el precio de las acciones de Amazon.
¿Cuál es el camino a seguir?
Una de las razones por las que me he mudado al mundo de las startups en IXUP después de una carrera en gigantes tecnológicos como SAP y Oracle es que creo que es hora de que cambiemos la forma en que pensamos acerca de obtener información a partir de los datos.
Compartir datos simplemente no es seguro ni sostenible. Hay demasiados riesgos cuando, literalmente, se entrega información valiosa de los clientes y de las operaciones a un tercero en nombre de la colaboración.
Una vez que dejó el edificio donde laboraba, ¿quién controla y protege esa información? Usted ya no, eso es seguro.
El término que me gustaría ver es la “colaboración de datos”. Ésta se produce cuando un entorno de software permite que varias partes colaboren de forma segura sin compartir.
Cada colaborador retiene el control de sus datos en todo momento. Los datos no se almacenan y nunca se ponen a disposición de ninguno de los participantes, únicamente se revelan las coincidencias y las ideas resultantes de la colaboración, pero sólo si el propietario de los datos permite que eso ocurra.
La adopción generalizada de técnicas de colaboración de datos, creo, será un elemento de cambio. Es hora de que dejemos de pensar que extraer sus bases de datos en silos aislados hará crecer su negocio. Y definitivamente es hora de dejar de entregar nuestros datos a terceros “de confianza”.
Todavía es temprano, pero los beneficios de la colaboración atraen: desenterrar insights ocultos, enriquecer el valor de sus datos y buscar la innovación con la confianza de la seguridad de los datos.
Es probable que la colaboración de datos, tal como la vemos, signifique que la promesa de los macrodatos no es un gran dilema, después de todo.
Tim Ebbeck, CIO EE.UU.