El sector legal se enfrenta a un futuro en el que la Inteligencia Artificial (IA) promete hacerse cargo de muchas de las tareas que tradicionalmente han realizado los abogados. En el caso de la IA generativa como ChatGPT, con sus respuestas rápidas, parecidas a las humanas y convincentes a las consultas normalmente reservadas a los abogados, muchos profesionales en el sector jurídico se han preguntado cómo la IA puede impactar en el rol tradicional de los abogados.
Aunque un estudio reciente explicó que el 44% de las tareas jurídicas actuales podrían automatizarse mediante IA en EE.UU. y Europa, según TRATO, solución para procesos de creación y gestión de contratos digitales, al menos por ahora, la tecnología es un complemento, no un sustituto. “Es poco probable que la tecnología sustituya a la mayoría de los abogados y asesores internos experimentados, pero sin duda algunas de las tareas van a cambiar al incluir la automatización e inteligencia artificial. En el caso de los contratos digitales, en TRATO estamos preparando una nueva solución que estará disponible en los próximos meses que va a facilitar todo el proceso (desde la elaboración, revisión, hasta las firmas) con inteligencia artificial soportada por una base de datos adaptada a la jurisdicción correspondiente”, expresó Ignacio Bermeo, CEO & Fundador de TRATO.
Adaptarse o quedarse fuera
Por ejemplo, las funciones de los abogados junior evolucionarán. Si su trabajo habitual lo realiza ahora la IA, liberando tiempo en su jornada, podrán centrarse en un trabajo de mayor valor y más atractivo, desarrollando conocimientos especializados y participando en los aspectos estratégicos de la práctica jurídica. Todo ello en una fase más temprana de la carrera de lo que se hacía tradicionalmente.
En cuanto a los empleos en general, Ignacio Bermeo comentó: “Los puestos de trabajo desplazados por la automatización se han compensado históricamente con la creación de otros nuevos, y la aparición de nuevas ocupaciones a raíz de las innovaciones tecnológicas representará mayor crecimiento del empleo a largo plazo”.
¿Cómo puede el sector jurídico maximizar la IA?
Para aprovechar eficazmente la IA generativa, los abogados necesitan desarrollar competencias adicionales. Junto con los conocimientos jurídicos, las nuevas competencias para los abogados de todas las generaciones incluyen:
- Identificación y evaluación de qué IA generativa utilizar y para qué fines. Con la aparición de más plataformas de IA generativa y muchas herramientas jurídicas ya existentes, los abogados tendrán que hacer selecciones específicas para cada caso en función del trabajo jurídico, el proceso y el apoyo necesarios.
- Familiaridad con los conceptos y modelos de IA. Los abogados necesitarán una comprensión básica de los conceptos y modelos de IA (aprendizaje automático, aprendizaje profundo, redes neuronales, procesamiento del lenguaje natural y LLM) y una apreciación de los riesgos, limitaciones y beneficios de la IA. Esta comprensión tendrá que actualizarse continuamente para adaptarse a los rápidos avances en la innovación de la IA.
- Ingeniería de consultas jurídicas. Saber formular consultas o instrucciones jurídicas precisas y contextualmente adecuadas a los modelos de IA, minimizando la jerga innecesaria y evitando la ambigüedad, para obtener resultados precisos y pertinentes.
- Conocimientos básicos de datos y ética. Para evaluar la calidad y fiabilidad de los datos de entrenamiento utilizados por los modelos de IA es esencial contar con sólidos conocimientos sobre datos. Los abogados también deben tener en cuenta consideraciones éticas como la privacidad de los datos, la mitigación de sesgos y la transparencia, junto con metodologías que permitan un uso fiable y ético de la IA.
“La profesión sin duda debe evolucionar ya que los clientes también esperan altos niveles de personalización, transparencia y responsabilidad al usar inteligencia artificial”, concluyó Ignacio Bermeo.