La seguridad de los datos es una de las piedras angulares del éxito de acontecimientos públicos a gran escala como los Juegos Olímpicos. Su realización requiere un gran intercambio de información entre empresas de producción, organizaciones deportivas y patrocinadores.
Un error o una filtración derivados de un fallo de seguridad podrían poner en peligro tanto la protección de los profesionales implicados como la credibilidad de los Juegos. Si se produce un ciberataque, las consecuencias pueden ser de gran alcance. Geraldo Guazzelli, director general en Brasil de NETSCOUT, empresa de soluciones para ciberseguridad, señaló que este resultado dependerá de las intenciones de quienes estén detrás de la brecha de seguridad y de cuál sería el objetivo principal de estos ataques.
“Puede ser cualquier cosa: desde la simple indisponibilidad o incluso la extracción de datos confidenciales, seguida de la encriptación de servidores o aplicaciones fundamentales para que los propios juegos funcionen con la seguridad necesaria, que suelen ser los objetivos de los hackers. Sin embargo, en realidad, todos actúan por algún interés, ya sea de protesta o para obtener ventajas financieras”, advirtió el directivo.
Lo ocurrido en otros eventos
Las lecciones aprendidas de ataques anteriores, como los que tuvieron lugar en Londres en 2012, donde los ataques DDoS tuvieron como objetivo los sistemas eléctricos durante la ceremonia de apertura; Río 2016, que fue testigo de un ataque masivo de 500 Gbps contra sitios web gubernamentales y de patrocinadores; y, más recientemente, NTT, que informó del bloqueo de más de 450 millones de ciberataques durante los Juegos de Tokio 2021, “deben servir de ejemplo a gobiernos, empresas privadas y organizaciones internacionales para que comprendan continuamente las amenazas y mejoren sus defensas”, destacó Guazzelli.
Para evitar invasiones y ataques de este tipo, el directivo añadió que todas las empresas e instituciones asociadas deben tomar precauciones, como “personas bien formadas, procesos y soluciones bien definidos para la visibilidad, la identificación de movimientos anómalos en las redes y la mitigación que pueda actuar de forma preventiva”.
Actuar de forma preventiva
Dada la cantidad de daños que pueden causar estos ciberdelitos, las empresas de seguridad deben actualizar siempre sus soluciones digitales en caso de que se creen nuevos ataques. Esto significa “tener una visión global de Internet y un conocimiento detallado del tráfico corporativo nos permite crear software capaz de identificar amenazas, crear contramedidas y actuar de forma preventiva antes de que las acciones maliciosas surtan efecto”, añadió Jorge Tsuchiya, Director Regional de México en NETSCOUT.