En esta ocasión, no haré referencia a ciberdelitos como la usurpación de identidad, el robo de información o el secuestro de infraestructura, sino al más atroz y bajo: el de los crímenes sexuales contra menores de edad. Desafortunadamente, en México hay muy poca información al respecto y los crímenes de esta índole crecen a pasos agigantados por el uso de la tecnología y porque durante el confinamiento los menores de edad pasan más tiempo usando Internet.
En México, una cuarta parte de los niños entre 11 y 15 años han tenido alguna cita con alguien a quien conocieron en línea, mientras que no menos del 10% habla ocasional o frecuentemente sobre cuestiones sexuales con personas desconocidas en Internet.
Es vital que los padres de familia conozcan cómo operan estos criminales, para que cuiden a los menores de edad, así que describo las etapas que utilizan:
En la primera, el criminal usa una personalidad falsa desde el inicio; se cambia el sexo, la edad y crea un perfil completamente falso.
En la segunda etapa con ese perfil falso empieza a buscar en redes sociales la información de menores de edad, fotografías, videos, sus contactos, escolaridad, datos demográficos y más información personal que, desafortunadamente, la gente, y más los niños, dejan abierta en diversas redes sociales.
En la tercera etapa inicia un “cortejo”. Ahí es cuando se empieza a dar contacto entre el menor de edad y el criminal, y éste utiliza toda la información que tiene recolectada del menor.
En la cuarta, empieza intercambio de información. El criminal interactúa con la víctima buscando recolectar más información, siempre tocando temas de interés para el menor y genera una relación de amistad.
En la quinta etapa el criminal se hace parecer como una persona digna de confianza y genera un vínculo al escuchar los problemas del menor de edad y lo aconseja o engaña con falsa empatía.
La sexta etapa consiste en recopilar datos íntimos del menor mediante conversaciones. Aquí inicia el peligro real, porque el criminal buscará obtener fotos o videos de índole sexual del menor, o bien, generar una cita. Persistirá hasta lograrlo utilizando técnicas de ingeniería social, diciéndole al menor que se siente infeliz y solo, apelando a su supuesta amistad y que ya es tiempo de verse. Le chantajeará diciéndole que sí ve a otros amigos, pero a él no, provocando al menor con la información que ya tiene de él.
Llega la fatídica última etapa: aquí el depredador logra la reunión y es altamente probable que se cometa un delito de abuso sexual, secuestro, trata de personas, golpes, pudiendo llegar, desafortunadamente, al asesinato.
¿Qué hacer para proteger a nuestros menores de edad en Internet?, muy sencillo:
1.- Tienes que entender la tecnología y controlar los dispositivos que les dejas usar a tus hijos. No debes ser un experto sino simplemente saber qué juegos, qué redes sociales, aplicaciones y sitios visitan. Desafortunadamente, los sitios de contenido adulto proliferan y los menores tienen acceso sencillo a los mismos.
2.- Entiende cómo funcionan las redes sociales. Facebook es diferente a TikTok e Instagram es diferente a los otros dos. Si bien no debes ser “experto”, por lo menos debes saber en qué están conectados y pasar al paso 3.
3.- Busca cuáles son los candados de privacidad de las redes sociales que utiliza y actívalos, así como en el navegador de Internet. Entérate cómo se activan los controles de privacidad. Hay varios que tienen control para menores de edad y casi todas las aplicaciones tienen herramientas de protección.
4.- Siempre activa filtros de seguridad para bloquear páginas o contenido no apto para menores de edad.
5.- Fija reglas de no uso de dispositivos antes de ir a dormir, en la comida, así como horarios de uso para fines recreativos. Tienes que estar al tanto cuando ellos navegan por Internet.
6.- La más importante de todas, debes tener mucha comunicación con tus hijos. Ellos requieren conocer los peligros a los que se exponen y saber que hay gente buscando gente buena e ingenua conectada a Internet. Hay muchos criminales con acceso a la Red y los menores de edad deben saber que su identidad, datos y su persona no se comparten con nadie nunca.
7.- Existe un área dedicada a detectar y perseguir a pederastas que usan el Internet y las redes sociales como su campo de reclutamiento, es el Centro Nacional de Respuesta a Incidentes Cibernéticos (CERT-Mx) de la Dirección General Científica de la Guardia Nacional. En cada Estado de la Republica debe existir una Policía Cibernética para denunciar estos delitos.
Lamentablemente el crimen organizado utiliza la Deep web para distribuir y vender el contenido, y es complicado ubicarlos. La gran mayoría de los detenidos han sido los que usan el Internet y redes sociales para este fin cómo Facebook, Instagram, Twitter, WhatsApp y TikTok.
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El autor de este artículo, Fernando Thompson de la Rosa, es Director General de Tecnologías de Información de la Universidad de las Américas (UDLAP). Síguelo en @cyberthompson y en su blog www.soyfernando.com