México está entre los primeros lugares del mercado de ciudades inteligentes de América del Norte, un cambio hacia un nuevo paradigma en la gestión pública y privada. Se trata de una gobernanza inteligente que aprovecha las herramientas tecnológicas y la innovación para mejorar la toma de decisiones y la planificación dentro de los órganos de gobierno pero que expone, al mismo tiempo, mucha información. Según el último informe de IBM, el costo promedio global de una brecha de datos es de $4.45 millones de dólares; los 2.46 millones de dólares para la región de Latinoamérica.
Y es que una ciudad inteligente incorpora herramientas tecnológicas para la optimización de infraestructuras, de la movilidad, el medio ambiente y demás factores que influyen en la calidad de vida, pero también datos críticos que pueden paralizar la cotidianidad. En México, los proyectos de ciudades inteligentes se están implementando principalmente en ciudades industriales de las regiones norte y centro.
“Si bien transitar hacia ciudades inteligentes es una proyección de vanguardismo, sin una estrategia solida de ciberseguridad y ciberresiliencia, el concepto Smart Cities se queda corto, siendo solo Digitized cities que no cuentan con la capacidad de proteger adecuadamente a sus usuarios”, señaló Sergio Navarro, director de Preventa en IQSEC.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) representan un pilar fundamental en la estructura de las ciudades contemporáneas, y resultan esenciales para que una sociedad pueda aspirar a ser reconocida como inteligente. Actualmente, la Ciudad de México forma parte del Índice IESE Cities in Motion (ICIM) 2024, donde ocupa la posición número 4, en Latinoamérica, y 120, a nivel global.
La evolución hacia Ciudades Inteligentes Seguras
“En la actualidad, una ciudad que no se mantiene al día en términos tecnológicos afronta desafíos significativos en comparación con sus contrapartes, afectando a áreas cruciales como la seguridad, la educación y la salud. Por ello, es primordial, evolucionar, incluso, hacia un nuevo concepto: Secure Smart Cities, lo que permite poner el foco en el desarrollo de estrategias de ciberseguridad para brindar la protección de sus ciudadanos, infraestructura y datos, mientras mejoran la calidad de vida y la eficiencia de los servicios urbanos”, explicó el especialista.
Además de la Ciudad de México, otras ciudades que se consideran prometedoras en esa materia son Querétaro, Tequila, Guadalajara, Puebla, Monterrey y León.
Estas ciudades utilizan una variedad de aplicativos, de tecnologías y enfoques diversos para abordar los desafíos de seguridad y promover la seguridad pública. Algunas características y componentes clave de las ciudades inteligentes seguras son: vigilancia y monitoreo, análisis de datos, gestión de emergencias, comunicación y participación ciudadana, educación y concienciación, y servicios móviles ligados a la identidad de la persona y de los dispositivos, entre otros.
“En el contexto de las ciudades inteligentes seguras, donde la infraestructura crítica y los servicios públicos están interconectados a través de redes digitales, la ciberseguridad y la protección de datos se convierten en elementos vitales para prevenir y mitigar las ciberamenazas que puedan llegar a provocar una disrupción en dichos sistemas y aplicativos que afectan de manera inmediata la cotidianidad de los ciudadanos”, manifestó Sergio Navarro.
La gobernanza inteligente de los datos y los accesos a los mismos promueven la confianza y la transparencia en la relación entre los ciudadanos y las autoridades gubernamentales, al garantizar que los datos personales se gestionan de manera ética y responsable, cumpliendo con las regulaciones y estándares de privacidad.
Asimismo, esta transparencia fortalece la legitimidad del gobierno y fomenta una mayor participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones, lo que a su vez contribuye a la mejora de la calidad de vida y la eficiencia de los servicios urbanos, democratizando de manera real y acelerada el acceso a los servicios públicos, así como la medición de su eficacia.
“Actualmente, México es el segundo mercado de ciudades inteligentes más grande de América Latina después de Brasil, y la necesidad de ciudades inteligentes está surgiendo como una solución a la rápida urbanización. Según Statista, un portal de estadística, se espera que el mercado de ciudades inteligentes en nuestro país alcance ingresos de más de mil 190 millones de dólares para 2024”, refirió el especialista de IQSEC.