La gente se está dando cuenta de que poder generar ideas y ejecutarlas, ya sea implementando nuevos modelos de negocio o convirtiendo esas ideas en resultados comerciales, son dos cosas diferentes. En el informe Innovating in the exponential economy (Innovando en la economía exponencial), Cass Business School y VMware identificaron esto como la “brecha en la ejecución de la innovación”.
Con las condiciones fluctuantes del mercado y lo imprevisible de hacer negocios en la economía global actual, combinado con unas velocidades sin precedentes en la innovación técnica, las organizaciones tienen que moverse más rápido que nunca. Esto ha hecho que los métodos tradicionales de ejecutar ideas ya no sean aptos para ese fin.
Como se señala en el informe, para cerrar esa brecha las organizaciones deben centrar su estrategia en poner en juego a las personas, los procesos y la tecnología adecuados, así como crear las condiciones para que tengan éxito.
Las personas son, en realidad, la cultura del trabajo. Se trata de crear, fomentar y habilitar un entorno en el que los individuos se sientan capaces de aportar ideas por sí mismos, en vez de suponer que es el trabajo de otra persona.
El proceso es un apoyo para las personas. Es implementar los mecanismos que permitan capturar, desarrollar y compartir las ideas de manera eficaz con quienes toman las decisiones.
Para apuntalarlo todo está la tecnología. Es como cumplimos, la base digital sobre la que se construye todo: la infraestructura, las aplicaciones, los servicios y dispositivos que permiten a las empresas experimentar, escalar, ser más ágiles; las personas trabajan de forma más inteligente y novedosa, a menudo a unas velocidades y con perfiles de riesgo más bajos que antes no estaban disponibles. En esto, el papel de la computación en la nube no puede ser subestimado.
El papel del CIO en la transformación
Esa tecnología y pieza del proceso requiere que los CIO sean los instigadores de la efectividad del negocio. Muchos ya lo saben, así como su papel en alcanzar la innovación. Según un informe desarrollado con Forbes Insight, el 46% de los CIO dicen que su función será esencial para fomentar la innovación en sus empresas.
¿Cómo planean lograr esto? Incluso aquellos que no se dan cuenta están dando pasos en la dirección correcta. En el pasado, las preguntas a un CIO se referían a cuestiones relacionadas con la ejecución de la TI clásica, que se centraban en cuándo se podía adquirir e instalar el hardware. Sin embargo, cada vez más preguntan ahora: “¿cuándo veré los resultados?”. Buscan servicios que puedan implementarse e integrarse rápidamente, así como producir resultados y valor, incluso más rápido.
Y aquí es donde los entornos de nube realmente pueden ayudar.
La nube logra la ejecución de la innovación
Hay cinco formas principales en las que la nube permite a las organizaciones ejecutar la innovación.
En primer lugar, cumple. Es un simple “inscribirse y empezar”. ¿Necesita licencias, servidores, funcionalidad, características, aplicaciones adicionales? Si se suministra por la nube, el tiempo de adquisición y configuración es mínimo en comparación con la TI clásica local.
La rapidez en el suministro de nuevas aplicaciones y servicios es ahora esencial para alcanzar la ventaja empresarial, y las tecnologías de nube proporcionan un gran espacio para la experimentación.
En segundo lugar, permite a los usuarios ser innovadores. Esa velocidad y simplicidad, combinadas con un espacio de trabajo digital renovado, permiten el acceso a las aplicaciones nativas de la nube y brindan la experiencia intuitiva que los empleados esperan de las herramientas digitales que utilizan cuando no están en el lugar de trabajo. Esto significa que la tecnología está presente en segundo plano, la TI deja de ser una barrera inercial y los usuarios continúan con la tarea en cuestión.
En tercer lugar, la nube proporciona libertad financiera. La TI tradicional requería que la inversión inicial estuviera protegida contra los requisitos esperados. La nube cambia esa dinámica: como la mayoría de los servicios se basan en suscripciones, el efectivo ahora puede fluir en la forma que mejor se adapte a las necesidades del trabajo que se está realizando.
Eso significa tener la flexibilidad total de los modelos de gastos de capital (capex) y operativos (opex) para contar tanto con una optimización del gasto a largo plazo como un respaldo de inversión de tipo riesgo para probar nuevos servicios o aplicaciones. En otras palabras, las finanzas ya no bloquean la experimentación y la innovación, sino que se convierten en un arma estratégica.
En cuarto lugar, la nube proporciona escalabilidad. Permite a las organizaciones escalar hacia arriba y hacia abajo todos sus recursos según lo requiera el negocio, rápidamente y sin un alto costo de cambio. Esto significa que un amplio espectro de nuestros recursos finitos, incluidas las personas y la tecnología, puede alinearse con las prioridades comerciales cambiantes a diario, en lugar de en ciclos trimestrales.
Lo anterior permite sacar más provecho de la inversión, hace que se trabaje más en vez de ser redundante, y mitiga los costos de desviación donde el cambio de rumbo puede resultar en aumentos exponenciales de los costos.
Finalmente, la nube ofrece acceso a los atajos. Podrían ser plataformas precompiladas o soluciones X-as-a-service; sea lo que sea y lo que usted necesite, es probable que ya exista una versión. Esto es lo que permite a las empresas nativas digitales escalar rápidamente.
Veamos el caso de Uber: no todo el código es diseñado especialmente, sino que utiliza otros servicios para hacer el trabajo más rápido. Si usted sólo debe desarrollar una parte de su oferta desde cero y puede aumentarla con componentes disponibles que ya se han suministrado y probado, tendrá un tiempo de comercialización mucho más rápido y menos riesgoso.
No todas las nubes son iguales
Es necesario considerar la realidad de la infraestructura empresarial. La mayoría de las organizaciones establecidas tienen una compleja combinación de sistemas y aplicaciones heredados, algunos de los cuales son críticos para el negocio, pero simplemente no se pueden desplazar a montones.
Es posible que deban evolucionar, que deban descomponerse o que simplemente deban permanecer donde están. Para admitir todas las formas de trabajo que necesitamos ahora, necesitamos coherencia entre nuestros diferentes entornos y plataformas en la nube.
La fortaleza de la nube
La innovación impera, sí, pero fracasar en su ejecución es la sentencia de muerte para las organizaciones en todos los sectores. Esta brecha existe porque las empresas carecen de la capacidad de efectuar y demostrar el impacto de los cambios sin un debate significativo, aprobar y extender la toma de decisiones. En estos casos, los silos son el enemigo, pues surgen más problemas y barreras en torno a las cosas que usted está tratando de cambiar.
La nube puede ayudar a superar la brecha al proporcionar la tecnología que las personas y el proceso necesitan para completar el prisma de la innovación. Sin embargo, no puede ser una sola nube, sino una combinación integrada de entornos con una consistencia en su núcleo para proporcionar la base digital que permita resultados rápidos utilizando la tecnología adecuada, en la ubicación correcta y en el momento adecuado. Con esto, la mano del CIO se fortalece a medida que asume su papel como catalizador de la innovación transformadora.
Por Rafael Solares, Country Manager de VMware México