Pagar un buen sueldo es todo lo que una empresa necesita para tener a los mejores profesionales. Muchos piensan que es así de fácil, pero eso está lejos de la realidad cuando se trata de atracción y retención de talentos.
- ¿Cómo identificarlos?
- ¿Qué recomendaciones deben tener en cuenta las empresas cuando enfrenten esta situación y cuáles son las principales tendencias que se observan en el mercado laboral?
Estos son algunos de los temas sugeridos en un podcast del programa Robert Half Talks, producido por esta firma de reclutamiento especializado en áreas de TI:
El concepto de talento en evolución
El concepto de talento está en constante evolución. Antes considerábamos talentosos a los profesionales con la habilidad de anticipar el futuro y aprender rápidamente.
Sin embargo, hoy, después de eventos globales como la pandemia y las crisis políticas, esa percepción se ha expandido. Ahora se valora la diversidad y las habilidades interpersonales como factores clave para adaptarse y generar valor. Ya no son los individuos superestrella los cruciales, sino equipos de alto rendimiento con habilidades diversas.
A pesar de esto, muchas empresas aún luchan por crear un ambiente que retenga verdaderamente a estos talentos. Podemos atraer a los mejores con grandes esfuerzos de marketing y eventos, pero si la ‘casa’ no está lista para recibirlos, por ejemplo, si el Real Madrid no tuviera las instalaciones adecuadas, los esfuerzos serán en vano. Esto se refleja en iniciativas como la inclusión de mujeres en la minería, que a menudo fallan por no tener la infraestructura adecuada.
¿Y cuál es la importancia de la cultura?
Por lo tanto, las empresas deben evaluar lo que su cultura puede ofrecer y a quién realmente sirve, reconociendo que no todo talento se adapta a cualquier organización. El desafío radica en preparar la empresa para que los talentos elijan quedarse. Esto implica no sólo atraer, sino también proporcionar una cultura de valores consistentes y coherentes que permitan el desarrollo de los profesionales.
El papel del liderazgo es fundamental en este proceso. Hoy en día, los jóvenes profesionales eligen sus empresas no sólo por el nombre, sino también por las personas con las que trabajarán, especialmente sus líderes. El manejo del error, la capacidad de trabajar colaborativamente y la disposición para el empoderamiento son aspectos cruciales para un ambiente de trabajo saludable y atractivo.
Adicionalmente, la era digital demanda nuevas habilidades de liderazgo que combinen visión y la capacidad de influenciar positivamente a los equipos, equilibrando la utilización de datos con empatía.
Las empresas deben considerar beneficios más alineados con los deseos y necesidades de sus trabajadores, como programas de beneficios flexibles basados en datos demográficos.
Finalmente, la transferencia de conocimiento entre generaciones es un activo valioso. Los programas de mentoría y la integración de equipos diversos pueden aumentar significativamente el rendimiento organizacional, brindando beneficios tanto a los más experimentados como a los más jóvenes.
El debate y la reflexión sobre estos temas son esenciales para crear organizaciones sostenibles y de alto rendimiento, algo que debe ser una preocupación constante para todas las empresas.