La guerra entre Estados Unidos y China sigue dando de qué hablar. Si la llamada “lista negra” de la Casa Blanca ha traído más de un dolor de cabeza, ahora es el gobierno chino quien está aumentando la presión sobre las empresas extranjeras para que no se metan en problemas con Pekín.
El Ministerio de Comercio de China publicó las disposiciones de su propia lista negra o “lista de entidades no confiables”. Un documento que refleja la lista de entidades del Departamento de Comercio de EEUU que restringe a las empresas nombradas el acceso a los artículos originados en Estados Unidos.
“Pekín probablemente nombrará al menos una empresa estadounidense entre las entidades no confiables de aquí a fin de año, pero utilizará esta herramienta de manera selectiva, sobre todo en sus primeras etapas”, afirmó Michael Hirson, jefe de práctica para la región China y el Noreste de Asia en la empresa consultora Eurasia Group.
Las consecuencias para una entidad añadida a la lista podrían incluir: restricciones o prohibiciones al comercio relacionado con China, inversiones en China y permisos de viaje o de trabajo
El Ministerio de Comercio anunció por primera vez que estaba estableciendo la lista de entidades no confiables en mayo de 2019. Esto se produjo poco después de que la administración del presidente de Donald Trump dijera que estaba añadiendo a Huawei a una lista negra. Si bien los ingresos de Huawei el año pasado superaron las previsiones internas en 12,000 millones de dólares, el crecimiento de las ganancias se ralentizó con respecto a los dos años anteriores.
Las disposiciones de la lista de entidades no confiables publicadas el sábado establecieron las consecuencias para una entidad extranjera que se considera un peligro para “la soberanía nacional, la seguridad o los intereses de desarrollo de China”, según un documento subido a la web por el Ministerio de Comercio.
En otro punto se señala que las autoridades también pueden añadir una entidad extranjera a la lista si suspende las “transacciones normales” o toma “medidas discriminatorias” contra una entidad china “que viole los principios de las transacciones normales de mercado y cause graves daños a los derechos e intereses legítimos de la empresa, otra organización o individuo de China”.