En el Día de San Valentín, BioCatch comparte una guía para proteger a los clientes bancarios vulnerables de las actuales estafas románticas.
Las estafas han experimentado una importante transformación en los últimos años, en paralelo a la dinámica de nuestra existencia digital, y evolucionando con nuestras preferencias y canales de comunicación. También se han diversificado significativamente, expandiéndose más allá de las formas tradicionales para abarcar una gama más amplia de tácticas engañosas.
En una estafa romántica, por ejemplo, se convence a la víctima de transferir fondos a una persona con la que cree tener una relación sentimental. Los estafadores crean perfiles fraudulentos para centrarse en víctimas potenciales, iniciando una conexión que pretenden fomentar durante un período prolongado. Después de ganarse la confianza de su objetivo, el estafador fingirá una situación difícil y solicitará ayuda financiera. Independientemente del contexto, estos planes engañosos pueden tener consecuencias muy graves y angustiosas para las víctimas, afectándolas tanto financiera como emocionalmente.
¿Cómo defenderse de una estafa?
La creciente frecuencia de estafas, incluidas las de tipo romántico, ha intensificado las demandas de los consumidores y las entidades gubernamentales para que las instituciones financieras mejoren las medidas de protección y ofrezcan compensación automática a las víctimas. Esto ha generado preocupación sobre la posible carga financiera que se podría imponer a estas instituciones.
El desafío radica en las complejidades de las estafas románticas, que son notoriamente difíciles de detectar y prevenir. Las víctimas a menudo se encuentran completamente inmersas en la personalidad inventada del estafador, por lo que todo aparenta ser normal. Utilizan sus dispositivos habituales para realizar transacciones, están en sus lugares habituales y todo parece plausible de acuerdo a los controles bancarios tradicionales que analizan puntos de datos básicos.
Más allá del conjunto estándar de señales digitales, los datos demográficos también pueden resultar útiles para las instituciones financieras. Un estudio reciente de Shattering Gender Stereotypes in Scam Awareness and Education, realizado por Javelin Strategy & Research, muestra que los hombres tienen casi tres veces más probabilidades (73%) de ser víctima de una estafa romántica en comparación con las mujeres (27%).
BioCatch destaca siete señales de alerta para las instituciones financieras ante posibles fraudes.
- Inicio repentino de cuentas.
2. Comportamientos típicos asociados con las cuentas mula de destino (cuenta bancaria que se utiliza como intermediario para mover fondos ilícitos de una fuente a otra, en un intento de «limpiar» el dinero y hacer más difícil su rastreo)
3. Búsqueda de pagos entrantes de alto valor.
4. Inicios de sesión frecuentes y apresurados.
5. Uso de servidores proxy VPN.
6. Disparidades entre las direcciones SIM e IP.
7. Presencia de aplicaciones riesgosas.
“Las estafas románticas son particularmente crueles y a menudo devastadoras para las víctimas, dejándolas con el corazón roto y cuentas bancarias vacías. Asimismo los métodos de detección existentes no son suficientes para detectar este tipo de estafas”, dijo Thomas Peacock, director de Inteligencia de Fraude Global. “Por lo tanto, es hora de considerar un enfoque diferente como la Biometría Conductual para entender cómo se comportan los estafadores e identificar a los malos mucho más fácilmente que a las víctimas potenciales. Los bancos pueden aprovechar esta innovadora tecnología para empoderarse y tomar medidas certeras para evitar que las víctimas pierdan el dinero que tanto les cuesta ganar”.