A medida que las soluciones cloud se vuelven más maduras y confiables, las áreas de TI en las organizaciones buscan aprovechar mejor los beneficios que ofrece la nube: mayor agilidad, rendimiento y costos reducidos. Con ese propósito, muchas organizaciones buscarán extender sus ambientes privados para aprovechar los modelos híbridos de la nube, integrando aplicaciones, datos e infraestructura a través de distinto hardware local y plataformas públicas.
Y para lograr que estas implementaciones sean exitosas, los directivos de TI han comenzado a formularse nuevas preguntas, por ejemplo: “¿Cómo balancear mejor las infraestructuras privadas con los recursos públicos en la nube?”, “¿dónde deben estar ubicadas las cargas de trabajo?”, “¿qué herramientas pueden darnos soporte, con toda la información que necesitamos para solucionar estas situaciones y ejecutarlas con la mayor eficiencia y efectividad?”. Cabe mencionar que, en muchas ocasiones, las nubes híbridas de las empresas abarcan a su vez “múltiples nubes híbridas”, lo cual agrega mayor complejidad a cada pregunta.