Hasta hace algunos años, se consideraba que los CIOs tenían una actividad limitada en el aspecto técnico y operativo, con muy poca o casi ninguna contribución a la estrategia de las empresas donde actuaba. Sin embargo, hoy en día son tantas las exigencias del mundo TI que esta labor está cambiando, no tanto por opción sino por obligación.
El Chief Infrastructure Officer tradicional debe de modificar el papel que juega dentro de la empresa, evolucionar y sobresalir, si es que quiere que tanto él como su organización sobreviva a la ola de nuevas tendencias, y por supuesto, entre más rápido más ágil se sea, se podrá obtener una mejor ventaja frente a la competencia.