Es momento de detenernos a pensar cómo el software nos puede dar mayor valor y cómo podemos garantizar su uso sostenido.
La industria del software ha venido desarrollando diferentes componentes para la realización de tareas específicas pensadas para hacer más eficientes y eficaces ciertos procesos de negocio.
Sin embargo, esta evolución no sólo gira alrededor de cuestiones técnicas, también de cuestiones no técnicas, pero en ambos casos podemos decir que el cambio o la nueva propuesta resultan exitosos siempre que se llegue a la apropiación colectiva.
Un buen ejemplo de esto son los cloud services (servicios y soluciones que son entregados en tiempo real a través de Internet), que ofrecen beneficios específicos como el pago por uso, el despliegue rápido y sencillo a usuarios finales, uso de sistemas estándar, acceso a la funcionalidad más reciente, escalabilidad, etc., que en teoría debería colocarse como un modelo de servicio ideal para muchas empresas y organizaciones de cualquier tamaño y giro.
No obstante, pese a los beneficios antes mencionados, la adopción actual aún es incipiente. IDC estima que la inversión en cloud services a nivel global como proporción del gasto total de TI es de apenas un dígito. Aún más tomando como base el “Ciclo de Vida de la Adopción de Tecnología” (del libro Crossing the Chasm de Geoffrey A. Moore), resulta que el “status quo” de los cloud services está “pasando la grieta” de los primeros en adoptar; es decir, este modelo de entrega ya ha pasado la fase de ser sólo “innovación” con miras a convertirse en una propuesta con buena expectativa de adopción.
Para muchos el modelo de entrega de cloud services es “el camino del futuro” y para ello es necesario que en el corto-mediano plazo los “retos” a los que ahora se enfrenta este modelo -como la seguridad, la disponibilidad, el desempeño en la ejecución, la interoperabilidad, la integración, entre otros-, se puedan enlistar como parte de sus fortalezas o en su defecto tener un alto grado de control.
Ante estos retos el trabajo de proveedores de software, hardware y telecom será clave; los proveedores de software y hardware establecen el qué y los proveedores de telecom, el cómo.
La respuesta al qué básicamente se compone de tres ofertas:
1.- Aplicaciones (software). Cloud Applications como aplicaciones colaborativas, administración de contenidos, suites de productividad, administración de la relación con clientes (CRM), administración de recursos empresariales, administración de la cadena de suministros (SCM), aplicaciones de operaciones y manufactura, planeación de recurso empresariales (ERP).
2.- Plataformas (software). Cloud Platforms como el desarrollo del software, base de datos, integración y automatización de procesos, calidad y herramientas de ciclo de vida, acceso, análisis y entrega de datos.
3.- Infraestructura (software + hardware). Cloud Infrastructure como administración de sistemas y redes, seguridad, almacenamiento, servidores, redes, PCs.
Y lo más importante, el modelo no se limita de manera excluyente a cada una de las tres ofertas; se puede adoptar una oferta o la combinación de ellas.
La respuesta al cómo dependerá de las propuestas, soluciones y lineamientos de los proveedores de Internet.
La pregunta está en el aire: “¿Cómo sabremos si cloud services son en realidad ‘el futuro del software’?” Si entre los usuarios se logra una creciente apropiación, si la experiencia se logra expandir acertada y rápidamente, y si se elige cloud services ante la oferta tradicional.
Maricela de la Cruz es Analista de Software de IDC.