En México es cada vez más común que las empresas tengan una mayor apertura para contratar a las y los colaboradores de la comunidad LGBT+. Sin embargo, todavía existen varios retos por delante, como que las organizaciones implementen políticas de inclusión y no discriminación en los espacios de trabajo.
De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS), realizada por el INEGI, el 3.7% de las mujeres y el 2.8% de los hombres declararon haber sido discriminados por su orientación sexual. Por ello, las empresas tienen que formar parte de la solución a este problema y contribuir a generar espacios seguros.
“Crear entornos de trabajo en los que los empleados se sientan seguros, respetados y valorados permite que alcancen su máximo potencial. De esta manera crece la satisfacción del trabajador y también la productividad de la compañía”, señaló Andrea Rojas, Head de People Operations en Runa, plataforma de nómina y gestión de Recursos Humanos.
A través de capacitaciones y cursos, las empresas deben de sensibilizar a los colaboradores en materia de inclusión. También deben favorecer la creación de un espacio laboral sin agresiones o conductas que demeritan a las personas por su identidad de género u orientación sexual.
De acuerdo con Runa, un equipo de trabajo incluyente puede ser más productivo debido a que:
Existe un mejor ambiente laboral. Que los empleados sean conscientes y estén informados permite eliminar ciertos tabús con respecto a la comunidad LGBT+. De esta manera se puede generar un entorno laboral más sano y seguro. Estos cambios pueden incrementar las posibilidades de retener talento y aumentar la satisfacción de los empleados. En este sentido, un ambiente laboral respetuoso y seguro promueve la pertenencia y el compromiso de los trabajadores, lo que a su vez ayuda a aumentar la productividad.
La diversidad enriquece. Una empresa que reconoce y abraza la diversidad tiene ventajas a la hora de alcanzar sus objetivos. Las personas que conforman un equipo provienen de diferentes orígenes y contextos. Los integrantes tienen experiencias distintas y cada uno puede proponer diferentes maneras para abordar un problema y su solución. La diversidad en una empresa trae consigo nuevas perspectivas para afrontar los retos del trabajo diario.
Creatividad e innovación. Trabajar en un espacio de trabajo respetuoso e incluyente permite que los empleados participen sin miedo en las juntas. Esto puede incentivar el desarrollo de un entorno creativo y con innovación. Contar con diferentes opiniones y puntos de vista motiva al sano debate.
Retención del talento. Retener al talento es vital para que las organizaciones cumplan sus metas. Para este fin, es necesario que las empresas desarrollen planes personales de desarrollo para los colaboradores y que existan incentivos con base en su desempeño. Además de estos factores, la motivación y un espacio respetuoso de trabajo juega un papel importante para que la gente permanezca en sus trabajos. Las compañías que incentiven estas conductas y con políticas incluyentes pueden generar un mejor ambiente y, por lo tanto, mantener satisfechos y motivados a sus empleados.
Las compañías con políticas incluyentes pueden atraer y retener el talento. Laborar en un ambiente respetuoso, en el que los empleados no se sientan excluidos, genera compromiso entre la plantilla. Este compromiso puede verse reflejado en la productividad de la empresa y la satisfacción de los colaboradores.
Para tener equipos inclusivos y productivos es importante que las empresas adopten políticas de no discriminación y creen grupos para sensibilizar sobre la importancia de este tema. Esta cultura hará que los colaboradores se sientan valorados y se expresen en un ambiente de respeto y tolerancia.