Debido al rápido cambio y al aumento en el comportamiento de compra en línea provocado por la pandemia, en la primera mitad de 2020 se experimentó un crecimiento de 4.8% en el e-commerce, en comparación con el 4.5% que experimentó en los cinco años anteriores combinados.
Ante una aceleración tal, que resumió en seis meses el crecimiento que se había experimentado en cinco largos años, los comerciantes no sólo tuvieron que adoptar nuevas tendencias para brindar a los consumidores experiencias más atractivas y personales, también comenzaron a enfocarse más en la prevención de fraudes para anticipar y abordar las nuevas tácticas de fraude derivadas del crecimiento en este sector.
Es por eso que Clearsale, empresa de soluciones antifraude, compartió algunas medidas que deben adoptar los comerciantes para protegerse a sí mismos y a sus clientes en el futuro, pues la migración de los consumidores a las compras en línea seguirá aumentando y los fraudes con tarjetas de crédito y de apropiación de cuentas por parte de estafadores organizados también. Las acciones sugeridas son:
Reforzar la seguridad para compras en línea y pickup en tienda
Desde el inicio de la pandemia, comprar en línea y recoger en tienda ha aumentado casi un 70%. Asimismo, según el informe Retail Trends, de Merchant Fraud Journals, las tasas de fraude han llegado a incrementar hasta 250%. El pickup en tienda puede ser especialmente riesgoso para los comercios que no incorporen medidas para determinar la identidad del cliente y, al mismo tiempo, supone menores oportunidades para cancelar compras no autorizadas. En estos casos, la empresa Clearsale recomienda a los comerciantes mejorar la visibilidad de los datos e implementar las revisiones manuales de pedidos para identificar posibles fraudes.
Actualizar los procesos de compra
Los pedidos por correo, vía mensajes o vía telefónica no permiten las autenticaciones que pueden predecir el fraude, pues no hay una firma del cliente, ni un PIN de por medio, por lo que los comerciantes se arriesgan a tener un aumento en devoluciones de cargos no reconocidos. Por lo tanto, es importante modernizar el proceso de compra y, además, tomar precauciones adicionales y asociarse con un proveedor externo de soluciones de prevención de fraude para obtener asistencia.
Tener cuidado con la banca abierta
La banca abierta ofrecerá nuevos desafíos, pues los descuentos, las herramientas de mejora de crédito y el intercambio de datos hacen que sea más susceptible al fraude, el robo de identidad y la apropiación de cuentas. Al no haber una tarjeta de crédito de por medio, las tácticas tradicionales de prevención del fraude con tarjetas no funcionarán, por esta razón se debe adoptar un enfoque de “fraude de identidad” para proteger a los consumidores, comerciantes y bancos.
Prevenir el fraude amistoso
Este tipo de fraude es un problema que persiste y seguirá para los comerciantes, ya que puede darse entre los consumidores debido a la confusión, impulsados por el deseo de obtener artículos gratis o por el arrepentimiento de los compradores.
Ya sea que el fraude sea intencional o no, puede convertirse en un hábito si el cliente descubre que no hay consecuencias.
En estos casos lo mejor es contar con un sistema de prevención de fraude que tenga en cuenta el comportamiento del cliente y el historial de compras para evitar fraudes amistosos y buscar un servicio antifraude que ofrezca un seguro de contracargo o una garantía de prevención de contracargo.
“A pesar de los desafíos de fraude que los comerciantes seguirán enfrentando, implementar una revisión manual de los pedidos a través de expertos puede determinar rápidamente qué pedidos son buenos, de modo que puedan aprobarse y se pueda conservar a los clientes buenos”, señaló Víctor Islas, director general de Clearsale Latam.
Agregó que, contrario a lo que pasa cuando se implementan controles estrictos creyendo que se protege el negocio de pérdidas, “los programas de detección de fraude que rechazan automáticamente los pedidos aumentan la probabilidad de falsos positivos que pueden disminuir el volumen de pedidos y alejar a los buenos clientes”.