Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, el cual se conmemora el 5 de junio, vale la pena observar los estragos del calentamiento global y del cambio climático que están afectando la diversidad del ecosistema. En las últimas semanas se han reportado tres olas de calor con temperaturas superiores a los 40°C en gran parte del país, lo que ha causado una serie de afectaciones en la vida diaria de los mexicanos.
Uno de esos daños colaterales es el aumento en la demanda eléctrica por el uso de aires acondicionados, que, a su vez, ha contribuido a una mayor cantidad de apagones y al incremento de la temperatura de la Tierra.
Si bien el 35% de la capacidad del Sistema Eléctrico de México es abastecido por energías limpias, aún hay muchos retos y oportunidades para mejorar la eficiencia energética del país, sobre todo, en aquellos sectores que realizan consumos masivos.
Instalaciones inteligentes: una solución sostenible
De acuerdo con datos de Schneider Electric, empresa proveedora de soluciones para la gestión inteligente de la energía, se estima que las instalaciones comerciales, así como los inmuebles industriales y públicos consumen más del 60% de la electricidad mundial, produciendo más de la mitad de todas las emisiones de carbono globales. Lo más impactante es que se estima que alrededor del 30% del consumo de esta energía es desperdiciado.
De ecuerdo con esta compañía, la transformación a instalaciones inteligentes puede lograrse gracias a la administración de sistemas eléctricos, realizada a partir de dispositivos inteligentes y de softwares de gestión de energía.
Llevar a cabo este proceso ayudaría no sólo a evitar daños en los equipos por alteraciones eléctricas, sino también a gestionar y reducir el gasto energético para lograr alcanzar los objetivos de sostenibilidad de una manera más aterrizada y confiable.
Gestión eléctrica, ¿una pieza clave para limitar el calentamiento global?
En opinión de Schneider Electric, la digitalización de la energía transforma las operaciones de las instalaciones y ayuda a propiciar un futuro más sostenible. Por su parte, los inmuebles que no gestionan sus recursos energéticos son más propensos a caer en un consumo eléctrico poco eficiente, al no controlar o distribuir la energía de forma estratégica. En este sentido, añade, el aire acondicionado ayuda a enfriar el entorno; sin embargo, consume más energía y esto propicia un sobrecalentamiento en el ecosistema.
De acuerdo con estudios citados por la compañía, el aire acondicionado puede llegar a consumir más del 60% de la energía de una instalación. Así que, contar con una estrategia de administración energética con una correcta medición, puede hacer más eficiente el uso de energía de todas las instalaciones, incluyendo el uso del aire acondicionado, para mantenerlo encendido únicamente en donde es necesario y por un tiempo determinado.
Finalmente, señala que la digitalización es un elemento clave para optimizar los procesos de las empresas y que la inversión en este tipo de modelos sostenibles puede conducir hacia un “futuro más próspero y habitable”.