En el contexto de una organización, la pregunta “¿dónde debería estar su equipo de TI dentro de cinco años?” se convierte en una reflexión clave para los líderes.
Mientras que durante una entrevista de trabajo esta pregunta busca conocer las aspiraciones de los candidatos, en el ámbito empresarial tiene un enfoque diferente: se trata de trazar un futuro donde los colaboradores puedan crecer alineados con los objetivos de la empresa, garantizando la retención del talento, la reducción de la rotación y el aumento de la productividad y calidad del servicio.
De acuerdo con Robert Half, firma de reclutamiento de personal especializada en TI, los CIO líderes deben preocuparse por guiar a sus equipos en la construcción de una trayectoria profesional que, además de ser beneficiosa para cada colaborador, impulse a la empresa hacia el éxito colectivo.
¿Cómo los líderes pueden apoyar el desarrollo de un plan de carrera para sus colaboradores?
La planificación del futuro profesional de los colaboradores dentro de una empresa no sólo depende de los empleados, sino también del apoyo que la organización les brinde para alcanzar sus metas, señala esta firma de reclutamiento.
Agrega que, como líder, usted puede comenzar con identificar los objetivos individuales de su equipo y entender sus aspiraciones a corto, mediano y largo plazo. Esto no sólo beneficiará el desarrollo personal de cada miembro, sino que también facilitará que el equipo esté alineado con la visión y los objetivos de la empresa.
Un plan de carrera bien definido, con estrategias claras para el desarrollo de habilidades técnicas y de comportamiento, permite que cada colaborador se enfoque en metas alcanzables y dentro del contexto de la organización. Además, ofrecer recursos y apoyo para ese proceso puede facilitar el éxito de la empresa en general, al tener empleados más comprometidos y satisfechos con su desarrollo.
Manteniendo el rumbo en momentos de incertidumbre
Es importante tener en cuenta que, como en cualquier estrategia empresarial, los planes de carrera pueden no seguir siempre el camino previsto. Cambios internos, transformaciones en el mercado o en la estructura de la empresa pueden generar desafíos imprevistos.
Sin embargo, los líderes deben fomentar la resiliencia en sus equipos y prepararlos para tener planes alternativos, o “Planes B”, que minimicen la frustración y ayuden a reorientar las metas cuando sea necesario.
Un buen líder debe enseñar a su equipo a ver los obstáculos no como fracasos, sino como oportunidades para aprender y crecer. Esto no sólo beneficia el desarrollo individual, sino que también fortalece la cohesión del equipo y su compromiso con los objetivos de la organización.
El desafío de alinear las expectativas con la realidad de la empresa
Una pregunta común en las entrevistas es: “¿dónde te ves dentro de cinco años?”, pero en el contexto empresarial, esta pregunta toma otro sentido: ¿Dónde debería estar tu equipo dentro de cinco años? Es crucial que los líderes comprendan las expectativas de sus colaboradores y logren alinear esas expectativas con las posibilidades reales de crecimiento dentro de la empresa.
Mientras que en algunas organizaciones un ascenso puede demorar años, en otras, como las startups, los horizontes de crecimiento pueden ser mucho más cortos.
Por lo tanto, los líderes deben ser transparentes y claros con sus equipos sobre el camino profesional dentro de la organización, asegurándose que todos comprendan las oportunidades que existen para ellos y cómo sus aportes pueden acelerar o frenar el cumplimiento de sus metas.
Desarrollar el talento y alinear objetivos
Al igual que los candidatos durante una entrevista deben ser claros sobre sus metas, los líderes deben ser transparentes con sus colaboradores acerca de las oportunidades de desarrollo profesional dentro de la organización.
Al apoyar el desarrollo de sus equipos, los líderes crean un ambiente en el cual cada miembro se siente motivado y comprometido con el éxito de la organización. “Para los líderes, la clave está en entender las ambiciones de su equipo, apoyarlas y alinearlas con los objetivos de la organización, garantizando que tanto los colaboradores como la empresa puedan crecer y prosperar juntos en los próximos cinco años”, concluye Robert Half.
