En el día a día de las reuniones virtuales e híbridas todos los trabajadores experimentan la paradoja de los problemas y beneficios del trabajo híbrido. En algunas ocasiones, esta modalidad puede hacerles sentir muy capacitados debido a que aumentan sus niveles de productividad y consiguen hacer muchas tareas. Sin embargo, otras veces se estrellan contra las fronteras de la colaboración virtual, las frustraciones técnicas, emocionales y funcionales se imponen y sienten una desconexión tanto de su ambiente laboral como con sus colegas.
¿Cuáles son los principales factores que impulsan el estrés de las reuniones híbridas? La colaboración y la conexión entre los trabajadores son el pegamento de la empresa; no obstante, en un entorno híbrido, éstas pueden estar sometidas a una gran presión. La equidad en las reuniones se ha convertido en algo más que una palabra de moda, ya que añadir participantes remotos a una junta hace que la colaboración sea más compleja y menos intuitiva ya que es probable que se dificulte la tarea de conseguir un asiento tanto en la mesa virtual como en la híbrida.
En un estudio realizado por Barco, enfocado en los trabajadores, se encontró que:
· 1 de cada 3 se siente silenciado en las videoconferencias.
· Al 61% le cuesta hacerse notar.
· 1 de cada 2 tiene problemas técnicos con el video y/o el audio.
Reducir los niveles de estrés y mantener bajo control la ansiedad, es una meta que necesariamente se tiene que alcanzar para hacer frente a los desafíos emocionales que se enfrentan actualmente en la era del trabajo híbrido. Aunque la mayoría de los empleados se sienten satisfechos, socialmente relacionados y con energía en las reuniones híbridas, algunos luchan con las siguientes emociones:
· El 71% encuentra estresantes las reuniones híbridas.
· 7 de cada 10 se sienten frustrados por problemas técnicos recurrentes.
· El 60% se encuentra con problemas técnicos al intentar acceder o mantener conversaciones virtuales.
Las preocupaciones funcionales de los trabajadores se centran en que, el no estar físicamente presentes en las reuniones, puede impactar en perder pistas y partes críticas de la conversación o tener problemas para unirse a la conversación virtual. Es importante señalar que:
· El 60% se encuentra con problemas técnicos al intentar acceder o mantener conversaciones virtuales.
· El 63% de los participantes remotos no puede seguir las conversaciones paralelas.
· El 31% no puede leer el lenguaje corporal o las señales sociales.
· 6 de cada 10 tienen problemas para captar la atención en la reunión.
· El 56% dice que los líderes de las reuniones se centran demasiado en los que están físicamente presentes en la sala de reuniones.
· El 62% no puede oír bien a la gente.
En relación con las cuestiones técnicas, las reuniones híbridas dependen en gran medida de la tecnología para facilitar una colaboración fluida. La calidad de la conexión, la integración de diferentes soluciones, la complejidad y facilidad de uso de la tecnología son factores que influyen en el aumento de estrés de los empleados. Por ejemplo:
· El 48% tiene problemas con los cables.
· El 58% tiene problemas para compartir contenidos.
· 1 de cada 2 tiene dificultades para conectarse al audio y al video.
· El 54% se enfrenta a un mal funcionamiento de la tecnología de la sala de reuniones.
· 1 de cada 2 se siente confundido por las diferentes configuraciones de las distintas salas de reuniones.
Aunado a lo anterior, la equidad de las reuniones es un aspecto importante para resolver. No tener un acceso equitativo a la tecnología, al contenido y a la conversación repercute, en última instancia, en el bienestar, el compromiso y la rotación de los trabajadores. La mayoría de los problemas se debe a la falta de conocimientos tecnológicos de la fuerza laboral.