El fraude digital en América Latina ha alcanzado niveles de sofisticación sin precedentes, imponiendo desafíos colosales a empresas de todos los sectores. Trully by Unico, empresa en detección de fraude, alerta que en México, el 79% de las compañías reporta haber enfrentado intentos de fraude, principalmente relacionados con la suplantación de identidad, un fenómeno que no solo afecta sus operaciones financieras, sino que también erosiona la confianza de sus clientes.
Entre las prácticas más comunes que afectan a las empresas destacan:
- Suplantación de identidad mediante documentos falsos. Los delincuentes manipulan identificaciones oficiales para hacerse pasar por otras personas, permitiéndoles acceder a créditos, abrir cuentas bancarias o realizar transacciones en nombre de terceros.
- Deepfakes. Estas avanzadas tecnologías recrean imágenes y videos que imitan con precisión inquietante a personas reales, siendo utilizadas para evadir controles de autenticación. Un caso común es la solicitud de transferencias empresariales mediante videos aparentemente legítimos.
- Granja de fraude. Bajo pretextos legítimos, como el acceso a edificios o la renta de equipo deportivo, se recolectan datos personales que luego son manipulados para crear identidades falsas, dejando a empresas y consumidores en una situación de riesgo.
- Phishing y spear-phishing. Mensajes o correos electrónicos diseñados para engañar a empleados o sistemas empresariales y obtener información confidencial o accesos privilegiados.
Estas modalidades, cada vez más sofisticadas, han superado la capacidad de los métodos tradicionales de detección y prevención. Fernando Paulín, CEO y cofundador de Trully by Unico, señaló: “hoy enfrentamos un nivel de amenaza que exige tecnologías más avanzadas, como biometría y análisis de datos, para proteger tanto a las empresas como a sus usuarios. La innovación es clave para anticiparse al fraude”.
Por ejemplo, el Buró de Fraude Digital, desarrollado por Trully by Unico, utiliza inteligencia artificial y biometría para combatir estas amenazas con eficacia. Sus algoritmos avanzados detectan irregularidades en documentos falsificados y patrones atípicos en deepfakes, como movimientos faciales o iluminación inconsistentes, elevando los estándares de seguridad en el mercado.