Los CIO que trabajen ahora en estrecha colaboración con los directores generales para dirigir las estrategias digitales que hay que poner en marcha, finalmente se sentarán en el sillón del CEO, en muchos casos. Al menos, eso es lo que opinó el CEO de Salesforce.com, Marc Benioff.
“Estamos en un nuevo mundo, donde el CIO está redefiniendo su papel y la asociación que tiene con el CEO hoy es algo nunca había ocurrido antes en nuestra industria”, aseguró Benioff.
Y ¿qué está impulsando este cambio? Para Benioff, muchas empresas temen el efecto “Uber”, que ha provocado una disrupción en el sector del transporte. Esto ha llevado a muchos CEO a poner en marcha las estrategias digitales, y a considerar al CIO como su socio fundamental. “Ahora son como Batman y Robin”, afirmó el directivo.
Enfocados en la transformación digital
Según un estudio de Forbes Insights, el 31% de los 305 directores de TI, directores generales y otros altos ejecutivos encuestados afirmó que la transformación digital (definida como la incorporación de cloud, movilidad, analítica y capacidades sociales) se expandirá significativamente en los próximos 24 meses y otro 58% espera ampliar sus actividades digitales a un ritmo más moderado. En cinco años, el 42% espera que su puesto de trabajo sea en gran parte digital.
En opinión del CEO de Salesforce.com, el CIO de hoy es muy diferente al de hace una década, y es muy difícil que ambas figuras, directores generales y directivo de TI, se puedan separar nunca más. Incluso aquellos que lideren con éxito las transformaciones digitales de sus empresas, acabarán ocupando la posición de CEO porque han logrado mucha exposición en los consejos de administración. La transformación es clave para el crecimiento, y éste vendrá de la capacidad de ofrecer la próxima generación de servicios, que es actualmente el trabajo del CEO.
Las capacidades digitales son imprescindibles y el CIO que domine esta área tiene posibilidades. No obstante, no todos los CIO son “transformadores”. Según la encuesta de Forrester, sólo un 30%, y otro 43% soportan las estrategias de sus organizaciones cuando emprenden la digitalización. Sin embargo, un 37% sólo proveen de capacidades digitales en respuesta a lo que piden las unidades de negocio, y un 7% siguen anclados en las tareas tradicionales del departamento de TI.