En el contexto actual, los Centros de Operaciones de Seguridad (SOC, por sus siglas en inglés) se han consolidado como elementos fundamentales en la estrategia de defensa en materia de ciberseguridad, proporcionando una vigilancia continua y una respuesta ágil ante las amenazas. A medida que avanzamos hacia el futuro, las oportunidades y beneficios de contar con un SOC se multiplican y cobran mayor relevancia.
Por un lado, está la evolución de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático que permite que los SOC sean más eficientes en la detección de amenazas, obteniendo una mejora continua en la detección y respuesta a incidentes. Mediante algoritmos avanzados pueden identificar patrones anómalos y resolver posibles incidentes antes de que ocurran, puede que nos recuerde a la película Minority Report, pero esto no solo mejora la capacidad de respuesta ante incidentes, sino que también reduce el tiempo y los costos asociados a los ciberataques ya que los atacantes están integrando inteligencia artificial a sus ataques.
Además de este aprendizaje mejorará la integración más estrecha con diversas fuentes de datos en tiempo real abarcando desde la vigilancia de redes y sistemas hasta la recopilación de inteligencia de amenazas globales. Con una visión holística y en tiempo real de las amenazas, los SOC pueden tomar decisiones más informadas y proactivas, mejorando la seguridad global de la organización.
Otra de las mejoras será la automatización que jugará un papel crucial en los SOC del futuro. Las tareas repetitivas y tediosas, como el análisis inicial de alertas y la recopilación de datos, pueden ser gestionadas por sistemas automatizados. Esto permite que los analistas humanos se centren en la resolución de problemas más complejos y en la estrategia a largo plazo, aumentando la eficiencia operativa y la efectividad del SOC. La democratización de la IA y la integración de la misma en productos de mercado hace que se estén integrando en soluciones XDR y en sistemas de correlación, esto habilita a los SOC a que se pueda escalar en tecnología más inteligente y no en personas.
A medida que las amenazas cibernéticas se vuelven más sofisticadas y globales, la colaboración entre diferentes SOC se volverá esencial. El futuro verá una mayor compartición de inteligencia y mejores prácticas entre organizaciones y países, algo que ya hacemos desde NTT DATA con nuestra red de SOC a nivel mundial.
Esta colaboración global permitirá una defensa más robusta y coordinada contra actores maliciosos, beneficiando a la comunidad global en su conjunto.
Otro de los pilares fundamentales será el desarrollo de habilidades. La ciberseguridad es un campo en constante evolución, y mantener a los equipos actualizados con las últimas tendencias, técnicas y herramientas es crucial. Los SOC ofrecerán programas de capacitación continua, utilizando simulaciones y ejercicios prácticos para preparar a los analistas para cualquier eventualidad.
El auge de tecnologías emergentes como el Internet de las Cosas (IoT), la computación en la nube y la inteligencia artificial presenta nuevas oportunidades y desafíos para la ciberseguridad. Los SOC deberán estar equipados para adaptarse rápidamente a estos cambios, implementando medidas de seguridad específicas para proteger estos entornos y garantizar la integridad de los datos y sistemas.
Como vemos los SOC no solo son una necesidad en el presente, sino que también representan una oportunidad para construir un futuro más seguro y resiliente. Con la integración de tecnologías avanzadas, la automatización de procesos y una mayor colaboración global, los SOC están en una posición privilegiada para enfrentar los desafíos de la ciberseguridad del mañana. Las organizaciones que inviertan en el desarrollo y mejora continua de sus SOC estarán mejor preparadas para proteger sus activos y datos, garantizando la continuidad y el éxito en un mundo cada vez más digital.
-Javier Portabales Campos, Cybersecurity Director de NTT DATA.