La cifra de inversión superará los 1.8 mil millones de dólares y Estados Unidos supondrá el mercado más grande de todo el mundo, según datos de IDC.
El gasto mundial en transformación digital alcanzará los 1.8 billones de dólares en 2022, lo que supone un aumento del 17.6% respecto al ejercicio anterior, según datos de IDC. Además, el estudio de la consultora, denominado Guía mundial de gastos en transformación digital, prevé que este ritmo de crecimiento, que supera el 15%, llegará hasta 2026. De hecho, y tras una leve desaceleración durante el período de pandemia, la empresa tilda esta subida de “agresiva”. Así, explicó Craig Simpson, gerente senior de investigación de la firma, que, en primer lugar, las organizaciones están acelerando su búsqueda de la estrategia digital, y canalizando sus inversiones tanto en operaciones internas como en la mejora de sus alianzas con sus ecosistemas.
De este modo, y de cara a sus operaciones, las empresas se están centrando en gran medida en mejorar la eficiencia y la resiliencia; mientras que de cara a los usuarios buscan mejorar la experiencia del cliente como prioridad principal. Entre las prioridades de inversión, el estudio incluye áreas como el soporte e infraestructura de back office, fabricación inteligente y optimización de la cadena de suministro digital. Estas tres ramas representarán más de 620,000 millones de dólares. Otros objetivos operativos pasan por los activos conectados, gestión de instalaciones y puesta en funcionamiento de datos e información.
Por geografías, Estados Unidos supondrá el mercado más importante, con un 35% del total. Europa occidental será la segunda región más grande, seguida por China. Por su parte, el gigante asiático generará también el mayor crecimiento en el gasto en transformación digital con un crecimiento del 18.5% en el próximo lustro. Le seguirá América Latina de cerca, con un porcentaje del 18.2%. El gasto en EMEA será de unos 469,000 millones de dólares, lo que supone un aumento del 16.7% respecto a 2021.
Y, por sectores, el mayor crecimiento se producirá en finanzas y fabricación, donde los casos de uso relacionados con big data e inteligencia artificial (IA), así como el Internet de las Cosas (IoT, de sus siglas inglesas), dominarán. Asimismo, la guerra de Ucrania retrasará las inversiones de Europa Central, donde se ha visto muy afectada la cadena de suministro.