El confinamiento al que está obligando la expansión mundial del coronavirus está teniendo múltiples efectos. En el caso de las telecomunicaciones, el incremento en el tráfico en redes se debe a distintos factores, que cubren desde las necesidades laborales o educativas hasta la adopción de formas online de entretenimiento. En este último campo, los juegos online están siendo una de las áreas impactadas.
Así lo señalan desde la firma de asesoría tecnológica ABI Research. Según las previsiones de esta compañía, para 2024 la facturación del gaming en la nube ascenderá hasta los 4,500 millones de dólares. Se trata de una estimación previa que la compañía mantiene, al entender que la aceleración del uso de estos servicios entre nuevos jugadores vendría a paliar problemas de contenido y con lanzamientos recientes.
“Cuanto más tiempo pasan las personas en casa, mayor es la importancia de la transmisión OTT, los videojuegos y las redes sociales en los medios y el entretenimiento y el mantenimiento de las conexiones sociales”, explicó Michael Inouye, analista principal de ABI Research. “Suscribirse a un servicio de juegos en la nube es una buena opción para agregar una plataforma de juegos sin realizar inversiones significativas en el nuevo hardware de juegos”.
Para que estas previsiones se mantengan, los servicios de juegos en la nube deben superar el problema de dar soporte a una mayor carga de usuarios habituales. También deben enfrentarse a la condición de dar una buena primera impresión a este nuevo público para asegurar la conversión tras la toma de contacto inicial.
Sin embargo, hay otros factores que pueden condicionar el auge del mercado, tanto a corto plazo como a largo plazo. En un momento próximo, pese a los problemas que se puedan experimentar en fabricación, todavía no se notan grandes repercusiones.
Pero la firma advierte de posibles implicaciones si la situación se alarga, pudiendo llevar a “problemas más significativos para todas las empresas en todo el panorama de medios y entretenimiento”. De ahí, dicen, la importancia de experimentar con mecanismos de adaptación, como los cambios en los modelos comerciales o en las ventanas de lanzamiento, y de “refinar el negocio y los modelos de precios”, insistió Inouye.
-Networld World