Con frecuencia reflexiono sobre la razón por la cual me convertí en un ingeniero de telecomunicaciones, y siempre llego a la conclusión que estaba destinado a esto. Mi abuelo materno era encargado de mantenimiento de las líneas de telégrafo del pueblo donde vivía, mi abuelo paterno era bombero encargado de mantenimiento de las máquinas. Por lo que, ser un ingeniero encargado en operar las comunicaciones y dar mantenimiento a la infraestructura para que los demás puedan laborar es parte de la herencia familiar.

Mi nombre es Jose Bogarín, actualmente soy el gerente de innovación de Altus Consulting, una empresa dedicada a la venta, diseño e implementación de soluciones de Cisco en Costa Rica.

Mi camino en las telecomunicaciones comenzó en la universidad cuando, como parte de un programa de extensión universitaria, la carrera de la cual formaba parte tenía una academia de redes de Cisco que impartía los 4 niveles del CCNA. Creo que sin importar la marca con la cual finalmente se vaya a trabajar, ese es de los programas de capacitación iniciales que muchos técnicos en telecomunicaciones llevan.

Sin embargo, aunque los cursos de entrenamiento son importantes, son únicamente la mitad del camino. La otra mitad, y puede ser que más de la mitad, es el examen de certificación como tal. Al final del día, uno puede obtener la certificación sin haber llevado un curso, únicamente con experiencia o estudio a través de libros o videos.

Las certificaciones son relevantes porque es la manera de comprobar que se tiene el conocimiento para implementar la tarea que se nos ha asignado, además, sirven como motivación para probarnos ante nosotros mismos lo que hemos aprendido con el pasar de los años y el arduo estudio realizado.

En mi caso, comencé con las certificaciones poco después de terminar los cursos de la academia de Cisco. En ese momento opté por la certificación CCNA R&S y me continué preparando para la certificación CCNP R&S.

Después de esa certificación, no continué mucho con el estudio y me enfoqué en el trabajoj. Sin embargo, en un campo de tecnología como el que estamos donde con frecuencia hay nuevos aspectos que entender o algunos que dejan de ser relevantes, sí vi como me afectó no continuar en un plan de estudios y certificaciones continuo.

Las certificaciones son una motivación para mantener un continuo avance en el conocimiento. Permiten que el candidato profundice en la tecnología que está estudiando y mantenga su saber vigente, además, de ejercer presión para el crecimiento profesional de la persona.

La motivación de obtener la certificación, sobre todo, si uno se definió una fecha límite, nos permite mantener la mira en la meta y tener un plan de trabajo claro para alcanzar esa meta.

En mi caso, he tenido certificaciones de Cisco, HP y AWS. El proceso ha sido similar con todas las compañías y siempre me han aportado gran valor. Me han permitido entender no sólo el valor de la tecnología de cada uno de ellos, sino también comprender conceptos generales de industria, lo que aumenta mi capacidad para conversar con los clientes, explicar el valor de una solución y los beneficios de invertir en un proyecto de tecnología.

De igual manera, cuando he tenido que realizar troubleshooting, el conocimiento que tengo de varios campos me ha permitido solventar los problemas de una manera más eficiente.

La importancia de las certificaciones es como lo relevante de un examen final de un curso universitario: es prepararse ante esos exámenes lo que termina de consolidar los conocimientos en uno y, por lo tanto, un paso necesario en la carrera profesional técnica.

Si usted está comenzando en este camino, puedo sugerirle que comience con alguna certificación genérica de tecnología, algo tipo el CCNA R&S que ve conceptos de networking o el AWS System Administrator donde se ven temas de gestión de nube. La razón es porque me ha tocado guiar a personas que quieren entrar directamente a un tema de telefonía IP, por poner un ejemplo, pero no tienen bases sólidas de redes o que no han trabajado en el campo y no están seguros si el interés es por gusto o por tendencia.

Comenzar por una certificación que brinde conceptos

Si se está buscando trabajo, también tiene gran importancia porque es un punto de comparación fácil para un empleador. Aunque las personas pueden tener el conocimiento sin la certificación, es inevitable que para una empresa que esté trabajando sea más sencillo revisar los curriculums de aquellos candidatos que tengan alguna certificación de industria.

Ya una vez en el trabajo, lo mejor es –conforme a la experiencia laboral– escoger el área donde hay más gusto y seguir creciendo profesionalmente en esa área, siempre acompañando con una ruta de certificación afín a ese interés.

El valor de las certificaciones está en la motivación que le ofrecen a la persona de cumplir con un reto, en la tranquilidad que le dan a los empleadores durante la búsqueda de nuevos candidatos para su compañía y como una excelente guía de crecimiento profesional.

Este último punto se reviste de mucha importancia en el campo de la tecnología donde se cambia con frecuencia lo que diseñamos e implementamos y es mediante el estudio asociado a las certificaciones que es posible mantenernos vigentes.

En mi carrera profesional, ser certificado en las tecnologías antes mencionadas me ha abierto muchas puertas, así como hecho crecer en conocimiento y satisfacción personal. Si usted está en el área técnica, debo recomendar que analice las certificaciones que necesita para iniciar en este camino o aquellas que le permitan seguir creciendo dentro de la carrera que ya tiene.

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Por Jose Bogarín, Gerente de Innovación de Altus Consulting.