La Inteligencia Artificial es un habilitador exponencial de habilidades que pueden agregar un valor fundamental en optimizar procesos. Con IA se puede comprender cuáles son los cuellos de botella en los procesos y encontrar formas de rediseñarlos para hacerlos más eficientes. También acelera los procesos de toma de decisiones: al proporcionar recomendaciones sobre la base de datos y análisis precisos y actualizados, permite generar mejores decisiones.
Estas fueron algunas de las ideas expresadas en un seminario web abierto que organizó la empresa Baufest, proveedora de soluciones de transformación tecnológica, donde expertos en la materia analizaron el estadio en el cual se encuentra la Inteligencia Artificial (IA) y destacaron por qué implementarla hoy puede representar una ventaja competitiva para las empresas.
Según el consenso de los participantes, un buen modelo de IA tiene la ventaja de que, una vez que se construye se puede ejecutar todas las veces que se requiera a un costo mínimo.
También puede pasar que la empresa quiera crecer encontrando los clientes correctos y evolucionar su relación mejorando la gestión de valor y la fidelización. En esto, dijeron, la IA incrementa mucho la precisión porque puede encontrar patrones que soporten estas decisiones que son casi imposibles de reconocer de otra forma.
De acuerdo con estimaciones de la firma de consultoría PWC, para el 2030 se producirá una mejora de productividad laboral gracias a la IA mediante la automatización de tareas. Esto significaría un aumento del PBI mundial en un 14% gracias al uso de la IA.
Los invitados resaltaron que el proceso completo de soluciones de Inteligencia artificial no terminan con el despliegue en productivo de la solución sino que es “un ciclo continuo”, el cual requiere de una fase de monitoreo de la salud de la solución y, en caso de ser necesario, la readaptación de los algoritmos a los cambios del contexto de negocio, aseveraron.