El mundo está cambiando, y a velocidades de vértigo. Testigo de ello es Fortinet, que en este 2020 cumple 20 años desde que naciera como empresa de nicho de ciberseguridad.
En estas dos décadas ha tenido que adaptar sus soluciones a distintas necesidades y verticales. Uno de ellos es el de las infraestructuras críticas, que en los momentos actuales viven una situación compleja de ciberseguridad, tratando de converger sus sistemas TI (Tecnologías de Información) con las OT (Tecnologías de Operación).
Según datos del Instituto Ponemon, el 90% de las compañías que se sirven de tecnologías OT ha experimentado ciberataques en los últimos dos años, de los cuales el 45% están relacionados con la maquinaria industrial en sí misma.
“El riesgo es real, y más con la pandemia de coronavirus”, aseguró Joe Sarno director de OT de Fortinet, durante la celebración del evento Secure OT de la propia firma. “Estamos viviendo, en los últimos meses, una aceleración de los procesos de transformación digital como nunca antes, lo que genera muchas brechas de seguridad. Y, en los entornos OT no necesitamos más marketing sino una estrategia real de integración tecnológica”.
La compañía propone su solución Fortinet OT Security Fabric, una herramienta holística que lleva por bandera la “innovación disruptiva” con la “defensa eficiente”, la segmentación de redes, gestión de riegos o control de accesos, entre otros. “Hay millones de ataques que intentan romper los sistemas y quebrar su continuidad. Es una posibilidad real”.
Por otra parte, en estas industrias, indicaba Dale Peterson, OT industry evangelist de Fortinet, la labor del CISO debe ser fundamental. “Tiene que ganar visibilidad y entrar en la alta dirección”, argumentaba. Según sus palabras, el CISO es capaz de poner contexto en esta integración que debe incluir “detección, respuesta y madurez”.