El trabajo híbrido lo podríamos definir como el poder realizar las actividades que nos permiten cumplir los objetivos de los cuales somos responsables, independientemente del lugar donde nos encontremos.
Desde el punto de vista de TI, esta modalidad de trabajo está alineada a lo anterior. Hay opciones tecnológicas en el mercado que permiten planear y ejecutar proyectos más rápido, a través de modelos para el consumo de aplicaciones. Éstas pueden agruparse en dos categorías: por un lado, los servicios de nube y, por otro, aquellos implementados en un centro de datos de la misma organización.
Si visualizamos estas dos opciones como círculos independientes que se cruzan, la intersección entre ellos da como resultante el espacio donde viven los servicios híbridos, mismos que se expanden de manera horizontal hacia los extremos, ya que hay aplicaciones que no tienen dependencia de servicios asociados a un centro de datos. Esto permite la flexibilidad de trabajar desde cualquier lugar porque el requerimiento de las funciones complejas se ha simplificado por la evolución del hardware y software que lo complementa.
Lo comentado hasta el momento, ya se ha utilizado durante mucho tiempo para proveer aplicaciones como el correo electrónico de directorio activo. Sin embargo, hasta apenas unos años se empezaron a migrar los servicios que incluyen voz, video, mensajería y el trabajo en equipo remoto.
Lo anterior ha requerido un rediseño del comportamiento de los medios de enlace en la red, cálculo del ancho de banda, análisis de la descentralización de las conexiones a la red telefónica pública, así como la revisión de los esquemas de alta disponibilidad, entre otros elementos.
Los procesos de seguridad, administración, despliegue de servicios, integración de licenciamiento con el hardware, ya sea en computadoras personales o dispositivos móviles ocurren de manera simultánea, lo que permite tener un planteamiento exitoso.
Hace apenas dos años, los proyectos de TI se movían de manera distinta. Ahora se gestan mucho más rápido, principalmente por supervivencia para adaptarse a las oportunidades inmediatas. Sin dejar de pensar en el mediano y largo plazo, hoy es necesario ejecutar –en meses– proyectos complejos.
La mercadotecnia es fundamental para dar a conocer productos o servicios, generar demanda, y posicionar una marca o producto, entre otras tareas. Antes del inicio de la pandemia, las áreas de marketing de las empresas tecnológicas estaban enfocadas principalmente en los clientes externos. Hoy, el conocimiento con que cuentan para promover nuevos productos y servicios puede aplicarse al interior de una organización. Ahora pueden aportar las preguntas y metodologías para generar iniciativas de adopción.
¿Cuál es el segmento de usuarios que son más móviles?, ¿quiénes están más en sus casas?, ¿qué dispositivos usan con más frecuencia?, ¿cuáles son los horarios de mayor afluencia?, ¿cuál es el canal de comunicación de preferencia?
Las respuestas a estas preguntas arrojarán datos adicionales de mucho valor que podrían ser la base para crear campañas internas que aceleren la adopción de las plataformas que conforman el trabajo híbrido.
Vivimos en tiempos en los que es fundamental aprovechar interna y externamente el valor que proveen otras áreas de negocio. Ante las oportunidades que retan nuestros propios límites, ya sean económicos, intelectuales, o tecnológicos, debemos aprovechar este tiempo. Es el momento de crear y de creer en las opciones tecnológicas disponibles. Solo hay dos opciones, liderar o seguir.
–Omar Peláez, Arquitecto de Colaboración de Cisco México.