El comercio de órganos para trasplantes, la compra de armas, reclutamiento de sicarios o la contratación de hackers para atacar a empresas de la competencia son, entre otras, muchas de las actividades ilegales que se llevan a cabo en la Deep Web.
Net Index Eliminalia, un servicio de estudios de la compañía Eliminalia cuya función es borrar contenido de la red, publicó la evolución de la Internet profunda durante los últimos seis meses.
Este espacio virtual, también llamado Internet invisible, alberga contenidos no indexados por los motores de búsqueda convencionales y, por consiguiente, no se encuentran a través de Google, Yahoo, Bing, DuckDuck Go y otros buscadores conocidos.
Su acceso es complejo ya que suelen ser páginas web protegidas con contraseña o que requieren un programa o protocolo específico para poder acceder a ellas. Sus lenguajes en general no están construidos en html y establecen “trampas” de intermediación, sobre todo servidores proxy o VPN, para reconducir el tráfico. Son archivos o informaciones almacenadas o no, que pueden ser recuperadas o no, de diferentes formas.
El más utilizado, sin embargo, es el contenido alojado en páginas web que cambian constante y automáticamente de dominio. En todo caso, sus contenidos están protegidos por sistemas configurados para maximizar la privacidad y el anonimato.
Las 10 mayores actividades ilegales
El “Top 10” de las actividades ilegales que se llevan a cabo en la red son: el comercio de órganos para trasplantes, la venta de armas y creación de explosivos, la venta de narcóticos, el cruce de fronteras, la contratación de hackers para atacar a empresas de la competencia, la suplantación y nueva identidad para personas, la captación de sicarios y mercenarios, la falsificación de billetes, la trata y el trabajo ilegal de mujeres y niños, y la venta de productos robados.
Además, existen otros contenidos ilegales que siguen siendo muy activos: las páginas eróticas, la distribución ilegal de música, libros e imágenes, el activismo político expresado en la difusión de manuales de guerrilla urbana, y las falsificaciones de todo tipo, ya sea de productos de gran consumo como pasaportes y credenciales de estudiantes o abonos de transporte urbano.
Según el presidente de Eliminalia, Dídac Sánchez, empieza a ser urgente que los gobiernos adopten medidas de seguridad para limitar al máximo la facilidad de ciertos accesos. “Proponemos de entrada bloquear la IP de los usuarios que se sabe consumen pornografía infantil o compran droga. El último caso del suicidio de la italiana Tiziana Cantone pone de relieve la necesidad de poner coto a ciertos abusos que se están produciendo en Internet”, afirmó.