Uno de los mayores retos al interior de las organizaciones es transformar los datos en información de valor y convertir el llamado Big Data en conocimiento.
Mucho se habla y se publica en torno a la aplicación de la analítica de datos, que combina disciplinas como las matemáticas, la estadística, el modelado predictivo y técnicas de machine-learning, gracias a lo cual se pueden obtener resultados en minutos, ya no en días o semanas.
Esto, según sus entusiastas promotores –muy abundantes, por cierto– convierten a la analítica en un gran diferenciador que abre la puerta a muchas oportunidades de negocio. Sin embargo, todavía son escasas las organizaciones en nuestro país que se han adentrado en el uso de esta herramienta tecnológica.
En el artículo de portada de esta edición, el CIO corporativo de Grupo Ángeles Servicios de Salud nos expone de viva voz cuál ha sido su experiencia al encabezar el proyecto de “Analítica Avanzada y Predictiva”, que ha permitido resolver de manera más fácil algunas problemáticas de negocio y tomar mejores decisiones de manera anticipada o en tiempo real.
El caso que nos ocupa ejemplifica lo que afirma IDC cuando señala que las organizaciones mexicanas se han dado cuenta de la importancia que tiene para ellas manejar y procesar sus datos de manera inteligente, de ahí que aprecien a la analítica y a Big Data como una oportunidad para alinear la tecnología con su negocio.
Más aún, esta firma de investigación de mercado prevé que la tecnología de Big Data y de analítica crecerán en nuestro país cerca de 65% en 2016, pues es un mercado que se expande a un ritmo tres veces mayor que el resto de la región. De acuerdo con sus estimaciones, este nicho alcanzó en México una inversión de 190 millones de dólares en 2014, lo cual representó un crecimiento de 62% en comparación con 2013. No obstante, IDC advierte que sólo el 8% de las empresas en nuestro país tienen una estrategia completa en esta tecnología.
Se trata, pues, de una alternativa tecnológica que aún espera ver aplicaciones prácticas en diversos ámbitos y sectores, para probar su promesa de “convertir el Big Data en información y conocimiento”. Sigo pensando que una de las mayores aportaciones de la analítica radica en prever escenarios futuros, lo cual puede dar a las organizaciones una ventaja competitiva al permitirles adelantarse a sus competidores.
Y ya que hablamos de Big Data, también es oportuno referirnos al “Small Data”, ese concepto que ha ganado adeptos más allá del ámbito tecnológico y al cual alude en esta ocasión nuestro colaborador Miguel Ávila.
También en la sección “Visión de Expertos”, Oliver Aguilar, analista de IDC, nos revela cifras recientes sobre las inversiones y aplicaciones que está teniendo el Internet de las Cosas (IoT) en México.
Finalmente, el tema central de este número expone algunos de los principales hallazgos de la información recabada en el proceso de postulación de quienes fueron galardonados con los “Premios CIO100 2016”. La información aquí plasmada es un indicativo de la realidad que viven los directores de TI en las grandes empresas de nuestro país: sus motivaciones, preocupaciones, carencias y áreas de oportunidad que vislumbran en sus organizaciones.
Esperamos que estas cifras y estadísticas contribuyan a conocer de mejor manera el entorno y la conformación de una comunidad CIO cada vez más incluyente, proactiva y participativa.