Existe una serie de elementos que no puede pasar por alto a la hora de medir la eficacia y rentabilidad del ERP (Enterprise Resource Planning) que elija para su empresa. La solución adecuada no sólo necesita estar perfectamente configurada según sus necesidades, sino que, además, debe estar meticulosamente ajustada a los requerimientos de los países en los que se despliega su organización.
Cecilia Suárez, CEO de ITCross, una firma que implementa sistemas ERP en Latinoamérica desde hace más de 18 años, comparte algunos de los criterios claves para encontrar un sistema flexible, capaz de enfrentar cambios coyunturales y suficientemente robusto para asegurar el crecimiento de la organización.
Según la especialista, ese equilibrio se consigue mediante el balance de varios factores:
Costo Total de Propiedad
El primer punto que debe tomarse en cuenta es el costo total de propiedad del software (TCO). “Para que éste sea más barato y se pueda ahorrar más dinero para reinvertir en otros aspectos de tu empresa, se debe comprar un ERP conformado exactamente por los módulos que su organizacón necesita, y ninguno más”, explica Suárez.
“Usted necesita buscar un ERP que sea escalable, integrable, personalizable, y con una configuración flexible”, recomienda. “Estos factores son los que permitirán que los costos de mantenimiento del sistema sean lo más bajos posible, y claro, también reducirán el tiempo inicial de implementación del software. De esta forma será más barata la puesta en marcha del mismo, lo que permitirá que se genere valor más rápidamente y que el ROI sea mejor”, asevera la CEO, quien ha implementado diversas soluciones de JD Edwards y Oracle ERP Cloud en Latinoamérica.
Agrega que algunas de las empresas que consideran adquirir un ERP simplemente optan por posponerlo año tras año, porque el costo de implementación es demasiado alto. Esto es una constante que se observa en todos los mercados latinoamericanos “y me parece que es algo que hay que rectificar cuanto antes”, dijo Suárez.
Escalabilidad
Otro factor que debe tomarse en cuenta es la escalabilidad del producto, ya que jugará un papel importante en el crecimiento de su compañía. Por ello, dice Suárez, es muy recomendable que pregunte antes de la adquisición de su ERP sobre la posibilidad de implementar nuevas funcionalidades y módulos, y sobre la viabilidad de llevar su modelo a los países en los que su organismo se expande”. Otro consejo que nos comparte Suárez es tomar en cuenta que pueden surgir cambios en la legislación y en el fisco de los países donde se encuentren sus unidades de negocio que afecten el modelo implementado y generen costos adicionales.
“Estos son los cambios más importantes, porque son impuestos, y muchas veces, impredecibles. Así, debemos tener una rápida capacidad de reacción ante ellos y, además, procurar gastar lo menos posible en los esfuerzos por solventarlos. Estoy pensando, por ejemplo, en los cambios en los procesos de facturación y otros nuevos requerimientos financieros que pueden surgir. Fue el caso en México hace poco donde el nuevo CFDI 3.3 supuso grandes transformaciones para las empresas. Las que lograron adaptarse a tiempo y con agilidad a la nueva factura electrónica y el complemento de pagos, tuvieron una clara ventaja sobre las demás en 2017. Conozco empresas que le dedicaron 8 meses al tema cuando lo podrían haber enfocado al core de su negocio. No tiene sentido ese gasto de dinero cuando existen opciones para reducirlo”.
Suárez y su empresa participarán en abril próximo en Collaborate 18, el foro sobre tecnología y aplicaciones de Oracle, en el que se reúnen expertos en estas materias para compartir soluciones. Junto con su equipo, presentará datos sobre las implementaciones en Latinoamérica y los desafíos que suponen.
“El mensaje que voy a intentar transmitir a la audiencia es que la cultura es fundamental: no importa cuán experto seas en tu campo, si no cuentas con un aliado que conoce los códigos del país al que quieres llegar, es muy probable que tu inversión no sea bien aprovechada”, concluye la CEO.