Las empresas Techfin son aquellas que, con ayuda de la tecnología, desarrollan soluciones ágiles y tienen como objetivo mejorar la experiencia de consumo mientras se mantiene la seguridad e interconectividad de las empresas o instituciones financieras con sus clientes.

Para lograr este propósito, uno de los principales retos en el país consiste en impulsar estrategias digitales por parte de las instituciones financieras tradicionales, ya que la mayoría de estas organizaciones consideran que implementar tecnología en la captación, perfilamiento, cotización, integración y firmas digitales es muy costoso; cuando en realidad, un proceso debidamente aplicado es incremental en inversión y avance.

Así, para contribuir con la eliminación de la burocracia en las instituciones financieras – principalmente – existen 50 empresas tecnológicas capaces de brindarles soporte, de acuerdo con datos de la última edición de Fintech Radar de Finnovista para México presentada el año pasado; es decir, de las 441 Fintechs registradas en el país,  el 26% puede ayudar a erradicar los procesos de originación y operación.

De acuerdo con datos de Expediente Azul, plataforma tecnológica que digitaliza el proceso de integración y actualización de expedientes de las financieras, uno de los principales obstáculos para garantizar una experiencia al cliente satisfactoria es el tiempo que un ejecutivo invierte para integrar un expediente (hasta el 50%), lo que involucra la recepción de entre 12 y 15 requisitos para las personas físicas, mientras que para las empresas podría llegar a los 40.

Las Techfin como aliadas de las financieras

Entre los beneficios de contratar los servicios de una Techfin, está el hecho de que las financieras ahorran tiempo en la implementación de la tecnología enfocada en sus procesos de originación y operación y minimiza los errores al estar gestionada por un experto en el tema. Otras ventajas son la reducción de hasta un 30% de los errores en documentos enviados por parte del cliente, automatiza los procesos de conexión con buró de crédito y legal, otorga candados de seguridad como la firma digital y electrónica, así como la validación de identidad, análisis de riesgo y la flexibilidad para embeberse en un CRMs, ERPs, entre otros.

Sin embargo, para alcanzar este propósito se requiere que las instituciones financieras estén dispuestas a migrar sus datos a nubes públicas, iniciativa que poco a poco cobra fuerza. Al respecto, la firma de investigación y análisis Select pronosticó una inversión de 1,000 millones de dólares para proyectos relacionados con la nube pública de parte del gobierno y del sector empresarial en el 2021.

También señaló que 50% de este presupuesto vendrá de la industria financiera, del retail, medios y gobierno. En ese sentido, Juan Carlos González, CEO y socio fundador de Expediente Azul, apuntó que este pronóstico es acertado puesto que los procesos comerciales se volcaron hacia la comunicación digital, por lo que es necesario echar mano de servicios conectados en la nube pública, además que en todos estos sectores existe un proceso muy similar: 1) Perfilamiento, 2) Originación, 3) Integración, y 4) Firma.

“La pandemia vino a acelerar lo que la Ley Fintech no logró desde su promulgación en 2018, es decir, dio paso al inicio de la implementación de tecnología que va desde la prospección hasta el cierre. El ejemplo más básico de todos es el uso de canales como WhatsApp y Zoom, esta situación ha dejado claro a la gente que no se necesita “ver” las caras para lograr una relación personal y de confianza. ¿Imagínense qué podemos lograr cuando introducimos herramientas especializadas para acelerar y asegurar la colocación de servicios financieros?”, explicó Juan Carlos González, cofundador de la Techfin Expediente Azul.

Agregó que todas las empresas que otorgan financiamiento requieren validar la identidad  del cliente, recabar firmas, instrumentar contratos; es decir, todas son partícipes y beneficiarias de diferentes Techfin o Fintech, las cuales eliminan el uso del papel para solo trabajar con los datos contenidos en dichos documentos. “Actualmente los expedientes son un tablero de datos que en este momento la regulación exige tener como respaldo físico (en papel). No obstante, con la modificación a dicha ley, este recurso ya no será necesario en el futuro”.

En ese sentido, la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México, A.C. (ASOFOM), mencionó que aquellas financieras que no estén dispuestas a arropar una estrategia digital deberán prepararse para desaparecer y, para ello, ya existen soluciones en el mercado.

“Es un error muy fuerte pensar que el core de una financiera es desarrollar su propia tecnología de originación y gestión de cartera; ya existen muchas plataformas que solucionamos eso”, opinó el directivo.

Además, puntualizó que la única excepción válida podría suscitarse cuando la financiera se especializa demasiado y su modelo de riesgo específico requiere de tecnología propia. Así, otro beneficio del cual apalancarse fuertemente de las TechFin es que, si el día de mañana se encuentra una solución más barata y óptima, basta con eliminar ese componente y conectar la nueva propuesta a tu plataforma central; esto, en lugar de incurrir en todos los costos ilógicos de desarrollar en ‘casa’.

En resumen, las Fintech deben dedicarse a desarrollar única y exclusivamente la tecnología que las hace radicalmente diferentes, únicas y valiosas para un mercado, para todo lo demás es que debe contratarse a diferentes TechFin que, desde su concepción, están diseñadas para ser interconectadas con cualquier otra plataforma, y en la mayoría de los casos pasan desapercibidas para el cliente final, concluyó Juan Carlos González.