¿Qué navegador prefieres? De acuerdo a los últimos estudios publicados por W3Schools y llevados a cabo entre gente interesada en la tecnología, el 38% de los usuarios prefieren Google Chrome, un 35 Mozilla Firefox y tan sólo un 18% dijo estar interesada en seguir utilizando Microsoft Internet Explorer. Y es que en los últimos años, tanto Firefox como IE han ido perdiendo mercado e influencia en favor de un potente jugador como es Google.
Pero, ¿y si esta tendencia continua? ¿Y si Google se hace con el monopolio de los navegadores como ya ha hecho con las búsquedas? Ah, querido lector, seguramente crea que es más que obvio que así ocurrirá, pero sólo si Microsoft lo permite.
Hay que asumir que, dentro a su estrategia de dominación mundial, Microsoft ha decidido que bajo Windows RT y Windows 8 solamente Internet Explorer será capaz de acceder a todas las funcionalidades de seguridad y las características que posibiliten las distintas APIs.
Estas limitaciones harán imposible que el resto de navegadores puedan competir en el uso de plugins y extensiones que no hayan sido aprobadas previamente por Microsoft, algo que impactará sin duda en las cuotas de mercado de herramientas como Chrome o Firefox.
En otras palabras, Microsoft podría, de forma intencionada pero disimulada para evitar denuncias por prácticas anti-competitivas, frenar a sus rivales. Prácticas que en el pasado ya le han llevado ante los tribunales, siendo declarado culpable por órganos judiciales como los de la Unión Europea y condenado a multas multimillonarias.
En ese sentido, los de Redmond se defienden alegando que estos cambios son debidos a que los procesadores ARM tienen nuevas funcionalidades de seguridad y gestión energética, explicó David Heiner de Microsoft, y esta empresa es “la única que puede solventar estos problemas” ya que Windows RT “ya no es un Windows como los antes vistos”.
Es obvio que este argumento no tiene sentido y más cuando combinas todo esto con otros movimientos de Microsoft como su estrategia fallida de Windows Live o su oferta ridícula de actualizar Windows 8 por tan solo 99 dólares, cabría preguntarse si Microsoft no está dando palos de ciego. Y es que quizás, y solo quizás, Microsoft no se haya convertido en una empresa demasiado grande para caer (como los bancos) pero puede que demasiado vieja y grande para sobrevivir.
No obstante, Twitter aclara que los registros de información se van purgando una vez pasados 18 meses desde su recolección.