En un entorno financiero cada vez más dinámico y digitalizado, la capacidad de gestionar y aprovechar los datos se ha convertido en el principal diferenciador entre las instituciones que lideran la transformación y aquellas que se quedan atrás. Según Statista, se espera que para 2027 el número de usuarios de pagos digitales en México supere los 86 millones, reflejando la acelerada digitalización del sector.
El uso estratégico de datos ya no es una opción, sino una necesidad para competir. Sin embargo, el reto no está solo en la recolección de información, sino en convertirla en valor de negocio tangible: mayor eficiencia operativa, personalización de servicios y mitigación de riesgos.
Los datos como motor de transformación en el sector financiero
De acuerdo con IDC, más del 70% de las empresas financieras en América Latina han acelerado su transformación digital en los últimos años. Sin embargo, según un estudio de McKinsey, solo 30% de estas empresas logra traducir sus datos en decisiones estratégicas que generen impacto real en el negocio.
Para cerrar esta brecha, las instituciones deben enfocarse en tres pilares clave:
“El sector financiero en México está experimentando una transformación sin precedentes. En este escenario, la adopción de estrategias de datos no solo mejora la eficiencia operativa, sino que define qué empresas liderarán el futuro del sector. En Bluetab, trabajamos con bancos y fintechs para estructurar estrategias de datos que impulsan la innovación y crean diferenciadores competitivos reales.”
El reto: Convertir los datos en ventaja competitiva
A pesar de la creciente inversión en tecnología, el verdadero desafío sigue siendo la capacidad de las instituciones para generar valor a partir de los datos. Según Deloitte, 60% de los bancos aún lucha con la integración de sus datos en una estrategia unificada, lo que limita su potencial de crecimiento.
La realidad es que los datos por sí solos no son suficientes. Hoy, el problema ya no es la falta de información, sino la capacidad de las empresas para transformarla en decisiones estratégicas antes que la competencia. En un mercado donde los márgenes son cada vez más ajustados y los clientes exigen experiencias digitales más ágiles y personalizadas, la ventaja competitiva dependerá de quién logre conectar los datos con la acción de manera más efectiva.