Estados Unidos ya mostró su preocupación por su ciberseguridad con distintas iniciativas, la mayoría encaminadas a mejorar las protecciones de sus infraestructuras críticas. Sin embargo, en el país todavía están preocupados por el aumento de poder de los hackers y voces cada vez más autorizadas advierten del peligro.
La última manifestación pública en este sentido la realizó el jefe del FBI, Robert Mueller, que informado al Congreso del país sobre el peligro potencial de los cibercriminales. Según Mueller, los hackers “van camino de hacer que las amenazas cibernéticas sean la principal amenaza para el país”. En su intervención, Mueller aseguró que el peligro de los hackers podría superar al de los terroristas en el futuro.
El jefe del FBI ha destacado el espectacular aumento en las acciones de ciberdelincuencia en los últimos años, una buena parte dirigida contra los sistemas de Estados Unidos. Según Infosecurity, Robert Mueller ha asegurado que dos de cada tres empresas de EEUU han sido víctimas de incidentes de seguridad, lo que sumado al aumento del malware, se estima que 60 mil amenazas al día, hace que el problema se acentúe.
El interés de Robert Mueller por la seguridad informática confirma que Estados Unidos se está tomando muy enserio los riesgos de estas actividades. El Gobierno del país ya ha insistido en la necesidad de mejorar y coordinar las defensas de las infraestructuras críticas y la implicación del FBI y los cuerpos de seguridad ha aumentado.
Relacionado con las infraestructuras críticas, en el Congreso también se ha expuestos a los representantes el peligro potencial que está apareciendo por la iniciativa de varios países de aumentar su arsenal de ciberarmas. En este sentido, países como China o Rusia cada vez son más potentes y el Congreso de Estados Unidos ha sido informado sobre ello.
Ante estos problemas, Robert Mueller y otros expertos que han comparecido ante el Congreso han expresado la necesidad de legislar para garantizar la seguridad informática en el país y la obligación de cooperar con las empresas privadas para poder unir esfuerzos a la hora de proteger los sistemas.