Los videojuegos para niños siempre han sido un tema controversial. ¿Generan adicción? ¿Son demasiado violentos? Si bien la mayoría de los padres de hoy crecieron jugándolos, el acceso a Internet ha cambiado esta actividad por completo para la nueva generación, la cual puede estar expuesta a contenido inapropiado, robo de información y hasta daños físicos. Aunque los menores de hoy son nativos digitales, es importante que tanto ellos como sus padres tengan conciencia de que su ciberseguridad no es un juego.
Este tema cobra relevancia ante la alerta que recientemente emitió la Fiscalía General de Justicia del Estado de México para los videojuegos móviles de formato Battle Royale, pues se han registrado ocho casos en los cuales menores de edad fueron contactados por desconocidos mientras jugaban este género de videojuegos, involucrándolos en delitos de trata, violación y/o delincuencia organizada.
De acuerdo con esta Fiscalía, los ciberdelincuentes solicitan a los menores –que rondan entre los 12 y 18 años– datos personales, redes sociales e incluso ubicación, para mantener la comunicación fuera de la plataforma y ganarse su confianza. Al tener esta información, los niños son víctimas de engaños para abandonar sus hogares y posteriormente son interceptados por desconocidos.
Según el estudio Niños Digitales, difundido por la empresa Kaspersky, el 51% de los menores de edad en México juega en línea con personas tanto conocidas y desconocidas, mientras que 1 de cada 7 padres de familia ignora si su hijo ha interactuado con desconocidos online, lo que pone en peligro tanto la integridad como el bienestar de la familia.
El estudio también revela que, en México, el acoso sexual y el contenido pornográfico son situaciones que producen gran inquietud entre los padres de familia, junto con el ciberbullying, el robo de identidad y la divulgación de información personal.
“Hoy, los videojuegos son más populares que nunca entre los niños y adolescentes y para nosotros los padres resulta muy difícil mantenernos al tanto de lo que nuestros hijos juegan y con quién, aseveró Judith Tapia, Gerente de Producto para el Consumidor en Kaspersky.
Señaló que, como adultos, “debemos administrar las experiencias de juego, según su edad sin perder la calma. Consideramos que hasta los 15 años debemos ir con ellos en el asiento de al lado, asistiendo éstas experiencias con los videojuegos y a partir de que ya han madurado más en su juicio y sus interacciones”.
Para que los menores estén protegidos mientras juegan en línea, Kaspersky comparte cuatro consejos a los padres de familia:
- Hable con los niños sobre los riesgos en línea. Conversar periódicamente con los menores acerca de los peligros en línea y refrendar la confianza en ellos es esencial para que se acerquen ante cualquier situación que los haga sentir incómodos en el mundo real y virtual.
- Conozca el juego y su configuración. Muchos videojuegos tienen opciones de jugar en línea con otros jugadores o conectarse a tiendas para comprar herramientas del juego. Incluso, algunos incluyen enlaces para suscribirse a la comunidad del juego y registrar sus puntos.
- Esté usted presente mientras los niños juegan. Es importante vigilar la pantalla del dispositivo y tener monitoreado lo que está apareciendo durante el juego, tanto por su contenido, como para supervisar la interacción que pueda haber con otros jugadores en línea. Lo ideal es estar al tanto de las invitaciones a conectarse en línea y estar seguros con quien juegan los niños. También es importante concientizarlos sobre la información que pueden y no deben compartir en línea.
- Utilice herramientas de control parental que permiten proteger a los niños de los riesgos en línea. Por ejemplo, administrar el tiempo permitido para hacer uso de sus dispositivos, bloquear el acceso a determinados sitios web, filtrar el contenido inapropiado, spam y las búsquedas que los menores hacen.