La mítica frase de Bruce Lee: “Debes ser como el agua, amigo mío”, podría aplicarse perfectamente a las empresas de nuestros días. ¿Queremos tener empleados más felices y productivos? Pues seamos flexibles, mejoremos la relación entre ellos y la empresa.
Para lograrlo, las empresas deben dotarles de mayor autonomía, según resalta el último informe de PricewaterhouseCoopers al respecto.
Los empleados reclaman cada vez más flexibilidad y autonomía en su trabajo. Y esta independencia puede ser la única forma de que las empresas tengan éxito en este objetivo y puedan retenerlos.
Las tecnologías nos permiten aumentar esta libertad y movilidad de los profesionales que valoran poder trabajar desde casa. “Una mayor independencia conduce a una mayor satisfacción y compromiso de los empleados. Esto tiene una fuerte correlación con la productividad y el volumen de negocios”, destaca Justin Sturrock, directivo de PwC.
Frente a la remuneración y la estabilidad, principales valores hace 10 o 15 años, una cultura corporativa con valores sólidos puede ser el principal reclamo de las empresas en los próximos cinco años.
Las organizaciones deberán ofrecer a sus empleados independencia y libertad para tomar decisiones, ya sea desde su casa, la zona de descanso o una cafetería, lo que provocará una mejoría de sus resultados, concluye el estudio. De hecho, el documento señala que los empleados que pueden trabajar desde casa los que están más contentos y satisfechos con su trabajo.