Google adquirió Gecko Design, que se convertirá en parte de la unidad que desarrolla productos de última generación como los Glass o balloons.
Los términos del acuerdo, anunciado el viernes, no fueron revelados. Jacques Gagne, presidente de Gecko, y sus cuatro empleados, se unirán a la división de investigación “X” de Google el próximo mes. Además de Glass e Internet balloons, los otros proyectos en los que se encuentra Google X incluyen los vehículos que se automanejan y los lentes de contacto para medir los niveles de glucosa en la sangre.
Larry Page, CEO de Google, se ha referido a este tipo de proyectos como “grandes apuestas” o “tiros a la luna”.
Gecko, fundada en 1996 y con oficinas centrales en Los Gatos, California, podría ayudar a Google en el diseño físico de estos productos a medida que Google vaya más allá del software. Los productos diseñados con los servicios de Gecko incluyen el tracker de actividad física Fitbit -que es un wearable-, las computadoras tipo torre y laptops de Hewlett-Packard, y las computadoras de bajo costo para los países del Tercer Mundo del proyecto One Laptop per Child.
Gagne no ha señalado en qué proyectos de Google X trabajaría específicamente su equipo. Pero su firma ha estado trabajando con Google en un proyecto de X desde el año pasado, indicó. Las conversaciones sobre la adquisición de Google comenzaron a finales del año pasado, afirmó.
En Google X, el foco de Gecko se mantendrá en el desarrollo de productos y la ingeniería mecánica, afirmó. “Para los ingenieros estos es como un patio de juegos”, señaló, refiriéndose a Google X.
Google ya ha atraído ayuda externa para intentar hacer de Glass un producto masivo y alejarse de su imagen geek. En mayo la empresa contrató a Ivy Ross, diseñadora y exejecutiva de Calvin Klein y Gap. Google también se ha asociado con Luxottica Group, la compañía italiana que es dueña de Ray-Ban, Oakley y otras marcas, para que le ayude en el diseño y manufactura de los marcos de Glass.
Pero la apariencia no es lo único que Glass necesita para tener éxito. Las capacidades fotográficas y de video de la unidad han generado preocupaciones con respecto a la privacidad, y la cuestión sigue siendo si habrá suficientes personas que sientan la necesidad de tener una computadora montada en la cabeza como para que el producto tenga éxito. También existe el problema del precio, la actual versión beta de Glass cuesta 1.500 dólares.
-Zach Miners, IDG News Service