El escenario que plantea COVID-19, inédito para el sistema de salud local, está significando una presión excepcional al recurso humano y tecnológico.
En este contexto, la velocidad de transmisión de datos ha alcanzado una importancia crítica para la continuidad operacional del sistema sanitario. Para sostenerla, es necesario garantizar una conexión estable, sin demoras y sin cortes.
Ahora bien, plantear las directrices de un escenario sanitario post pandemia implica diversos desafíos, siendo el más relevante la adaptación a la dinámica exponencial de la incorporación tecnológica en el sector hospitalario y clínico.
Fibra ótica, una solución viable
En esta tarea, las TIC refuerzan, ayudan y mejoran el actual modelo de salud, adecuando los recursos sanitarios disponibles a las demandas existentes y futuras. Entre ellas, la Fibra Óptica como medio físico se convirtió en el principal actor en materia de transmisión de datos, totalmente aplicable en soluciones de salud.
Sólo por considerar una de sus cualidades más destacadas en este sector, la utilización de redes de fibra óptica evita la interferencia electromagnética en cualquier equipo hospitalario, por ejemplo; los equipos de rayos X y tomografías.
La opticalización de la infraestructura hospitalaria, mediante redes PON LAN (Passive Optical Network LAN), ha sido una gran solución en todo el mundo, compuesta esencialmente por Fibra Óptica monomodo en conexiones punto a multipunto. Gracias a la implementación de divisores pasivos, mediante una sola fibra es posible atender múltiples usuarios de red, con total control, y a una banda ancha de alta velocidad.
Además, las redes PON LAN, como las basadas en la solución Laserway de la empresa Furukawa, permiten alcanzar la convergencia entre múltiples servicios, como datos, video vigilancia, equipos electrónicos, dispositivos móviles, servicios de administración y registro electrónico medico (EMR), VoIP, entre otros.
Asimismo, esta tecnología entrega la posibilidad de ampliarse fácilmente a medida que los requerimientos de ancho de banda aumentan con nuevos usos, sin la necesidad de realizar más tendidos de cables, lo que es de mucha utilidad, ya que las instalaciones hospitalarias son pensadas a largo plazo y son ambientes críticos que no deberían tener paradas frecuentes
Ya sea para contener los efectos de una pandemia que se prolongue en el tiempo, o para enfrentar las dificultades sanitarias del futuro, mejorar la infraestructura de comunicaciones en los recintos asistenciales, permite a los pacientes recibir servicios de mejor calidad, elevando el nivel de atención, y clasificando a los hospitales a los hospitales y clínicas como instituciones líderes en innovación científica y tecnológica.
En definitiva, el área de la salud hospitalaria y clínica post COVID-19, con sus nuevas características, exigencias y desafíos, se beneficiará ampliamente de los avances tecnológicos en conectividad e infraestructura que pueden conseguirse gracias a la opticalización, lo que permitirá modificar por completo la praxis médica y la experiencia de los pacientes.
Rafael Goes,Head Product and Application Engineering. de Furukawa Electric LatAm.