El futuro del trabajo no consiste en que los humanos sean reemplazados por robots. Más bien, se trata de que aprendamos a trabajar junto con tecnología inteligente y automatizada que aumentará nuestras capacidades y al mismo tiempo nos permitirá centrarnos en habilidades exclusivamente humanas.
¿Qué es la colaboración humano-robot?
La colaboración humano-robot (HRC, por sus siglas en inglés) es el término utilizado para describir la interacción entre humanos y robots en un espacio de trabajo compartido, donde cooperan para lograr un objetivo común. HRC puede adoptar diferentes formas, según el nivel de autonomía e inteligencia del robot y la naturaleza de la tarea.
La colaboración entre humanos y robots puede aportar importantes beneficios tanto a los empleados como a las organizaciones, como, por ejemplo:
- Mayor productividad y eficiencia: los robots pueden realizar tareas con mayor rapidez, precisión y consistencia que los humanos, especialmente cuando se trata de tareas repetitivas o complejas. Al delegar estas tareas a los robots, los humanos pueden ahorrar tiempo y energía y centrarse en tareas más creativas y estratégicas.
- Calidad y seguridad mejoradas: los robots pueden reducir los errores humanos y mejorar los estándares de calidad siguiendo instrucciones y protocolos precisos. También pueden operar en entornos peligrosos o inaccesibles, lo que reduce el riesgo de lesiones o daños a los seres humanos.
- Mayor satisfacción y lealtad del cliente: los robots pueden brindar servicio y soporte las 24 horas del día a los clientes, respondiendo a sus consultas y solicitudes de manera oportuna y personalizada. También pueden recopilar comentarios y datos de los clientes, lo que permite a las organizaciones mejorar sus productos y servicios.
- Mayor innovación y competitividad: los robots pueden permitir a las organizaciones explorar nuevas posibilidades y oportunidades proporcionando soluciones y perspectivas novedosas. También pueden ayudar a las organizaciones a adaptarse a las demandas cambiantes del mercado y a las expectativas de los clientes al ser flexibles y escalables.
¿Desafíos de la colaboración entre humanos y robots?
Sin embargo, la colaboración entre humanos y robots no está exenta de desafíos. Algunas de las cuestiones que deben abordarse incluyen:
- Implicaciones éticas y sociales: los robots pueden plantear preocupaciones éticas y sociales como la privacidad, la responsabilidad, la transparencia, la equidad, la confianza y la dignidad humana. Por ejemplo, ¿cómo garantizamos que los robots respeten los valores y derechos humanos? ¿Quién es responsable de las acciones y resultados de los robots? ¿Cómo explicamos el razonamiento y la lógica detrás de las decisiones de los robots? ¿Cómo garantizamos que los robots no discriminen ni dañen a los humanos?
- Dificultades técnicas y operativas: los robots pueden enfrentar dificultades técnicas y operativas, como mal funcionamiento, piratería, compatibilidad, integración, mantenimiento y seguridad. Por ejemplo, ¿cómo garantizamos que los robots funcionen de forma adecuada y fiable? ¿Cómo protegemos a los robots de ciberataques o accesos no autorizados? ¿Cómo coordinamos los robots con los sistemas y procesos existentes? ¿Cómo actualizamos y reparamos robots cuando es necesario?
- Factores humanos y efectos psicológicos: los robots pueden afectar factores humanos y efectos psicológicos como habilidades, motivación, compromiso, satisfacción, bienestar, identidad y cultura. Por ejemplo, ¿cómo garantizamos que los humanos mantengan sus habilidades y competencias en presencia de robots? ¿Cómo motivamos a los humanos a colaborar con los robots en lugar de competir o evitarlos? ¿Cómo involucramos a los humanos en un trabajo significativo que satisfaga sus necesidades y aspiraciones? ¿Cómo preservamos la identidad y la cultura humanas en una fuerza laboral híbrida?
¿Preparándose para la colaboración entre humanos y robots?
La colaboración entre humanos y robots no es un escenario de futuro lejano, de hecho, ya es toda una realidad. Ya está sucediendo en muchas industrias y sectores como la manufactura, el comercio minorista, la atención médica, la educación y el entretenimiento. Por lo tanto, es importante que nos preparemos para esta nueva realidad.
Necesitamos repensar cómo diseñamos y ejecutamos nuestros procesos comerciales aprovechando las fortalezas tanto de los humanos como de los robots. Necesitamos identificar qué tareas son más adecuadas para humanos o robots, y cómo pueden complementarse entre sí. También necesitamos establecer roles y responsabilidades claros para ambas partes, así como reglas y protocolos de comunicación y coordinación.
Abrazar la experimentación y la participación con diferentes formas de colaboración entre humanos y robots probando varios escenarios y resultados es un paso definitivo para seguir. Es necesario involucrar a los trabajadores en todos los procesos solicitando sus comentarios, sugerencias e inquietudes. También las compañías deben brindarles capacitación y apoyo para ayudarlos a adaptarse a las nuevas formas de trabajar.
Dirigir activamente la estrategia de IA
Es importante dirigir activamente las estrategias de IA estableciendo una visión, objetivos y valores para la colaboración entre humanos y robots. Alinear una estrategia de IA con la estrategia comercial y asegurar de que sirva a los clientes y partes interesadas. También se deben monitorear y evaluar el desempeño y el impacto de nuestra IA, y hacer los ajustes necesarios.
Rediseñar el trabajo para incorporar la IA y cultivar habilidades relacionadas
Es crucial rediseñar nuestro trabajo para incorporar la IA y cultivar las habilidades que son esenciales para la colaboración entre humanos y robots. Estas habilidades incluyen:
- Habilidades técnicas: la capacidad de utilizar, comprender y solucionar problemas de herramientas y sistemas de IA.
- Habilidades cognitivas: la capacidad de analizar, sintetizar y aplicar información y conocimientos de herramientas y sistemas de IA.
- Habilidades sociales: la capacidad de comunicarse, cooperar y coordinar con herramientas y sistemas de inteligencia artificial, así como con otros humanos.
- Habilidades emocionales: la capacidad de gestionar, expresar y empatizar con las emociones en relación con las herramientas y sistemas de IA, así como con otros humanos.
- Habilidades éticas: la capacidad de tomar, justificar y evaluar decisiones éticas con respecto a las herramientas y sistemas de IA, así como a otros humanos.
La meta por alcanzar
La colaboración entre humanos y robots es el futuro del trabajo. Ofrece muchos beneficios tanto para los empleados como para las organizaciones, pero también plantea muchos desafíos. Por lo tanto, debemos prepararnos para esta nueva realidad reimaginando procesos comerciales, adoptando la experimentación y la participación, dirigiendo activamente estrategias de IA, recopilando datos de manera responsable y rediseñando el trabajo para incorporar la IA y cultivar habilidades relacionadas. Al hacerlo, podemos lograr una sinergia entre humanos y robots y crear un futuro mejor para nosotros y los demás.
Por Denis Pineda, Gerente General de Universal Robots