Mejor alineación al negocio
Con los mercados de valores, la rapidez con la que se realizan las acciones es un factor determinante y fundamental. Y a diferencia de hace unos años, cuando todos los corredores se concentraban en el piso de venta, hoy están distribuidos globalmente y hasta ahí deben conocer que es lo que pasa en los mercados mundiales.
Humberto Jiménez Rodríguez, director de Tecnologías y Sistemas de Acciones y Valores Banamex (Accival), explicó que la compra-venta de valores y acciones se está orientando a la aplicación de algoritmos. “El siguiente paso evolutivo son los algoritmos. Los operadores bursátiles consideran una serie de variables cuando hacen una transacción, de modo que cuando detectan una oportunidad la aprovechan. Pero no es posible observar todas esas variables a escala global; y es ahí donde con la ayuda de algoritmos se puede anticipar cuándo caerán o subirán los precios”, explicó.
Bajo la estrategia ALGOS, que arrancó en 2010, la dirección a su cargo se ha dedicado a generar sus propios algoritmos y ejecutarlos de acuerdo a las condiciones del mercado mexicano, pero que también consideran lo que sucede a escala global. “Factores como el clima, cómo se comportan los mercados en otros países, las movilizaciones en el norte de África o terremotos como el que azotó a Japón pueden afectar los precios mundiales”, explicó.
De igual manera, para procesar el mayor número de transacciones en un segundo se implementó el concepto de Low Latency-High Frequency, a través del cual cada componente de la infraestructura de Accival se pone a punto para lograr que dichas transacciones viajen en milésimas de segundo.
“Incluye desde la afinación de sistemas operativos; que los kernels tengan las instrucciones que deben ejecutar, no más; que las transacciones corran en el menor tiempo posible”, explicó. Cada semana, agregó, un equipo especializado observa con cuidado los diez procesos que reportan el mayor tiempo, los cuales se optimizan y depuran. Lo mismo ocurre en el lado de los fierros –switches, ruteadores y servidores, así como de las aplicaciones.
“Hemos aprendido que el Low Latency-High Frequency es un proyecto que va a seguir. Si llega un equipo nuevo, tengo que buscar la forma de que corra de la manera más óptima”, aseguró.
Si bien existen transacciones que pueden ser tolerantes a retrasos de segundos, como es el caso del uso de un cajero automático o del pago con tarjeta de crédito o débito, las transacciones bursátiles no lo es. “Si hay un retraso de tres milisegundos, las alertas se disparan y comenzamos a recibir notificaciones. Entonces debemos actuar de inmediato para resolverlo”, comentó. “El volumen de información que llega es enorme, y hay que garantizar que lleguen 25 mil mensajes en un segundo desde la bolsa de Nueva York (NYSE), procesarlos, tomar decisiones basadas en ellos y ejecutar”.