En julio de 2022, la tasa anual de inflación en México superó la barrera del 8%, algo que no sucedía en más de 22 años; simultáneamente, en junio pasado, la presión inflacionaria sobre los Estados Unidos alcanzaba un 9.1% que no se había sido visto desde noviembre de 1981, en plena crisis energética global. Esta situación ha llevado a mercados e industrias a preocuparse por una posible recesión mundial, que especialistas financieros como Fannie Mae especulan estará presente hasta mediados de 2023.
“La situación es compleja para cualquier empresa actualmente. La inflación implica menores ingresos y mayor incertidumbre. Es en ese momento que el liderazgo de una compañía debe hacer uso de todas las herramientas tecnológicas a su disposición para llevar a buen puerto el negocio, incluso para encontrar áreas de oportunidad en medio de contextos adversos. Y de ese abanico de opciones, la Inteligencia Artificial (IA) es hoy, sin duda, el mejor complemento y aliado para directivos y ejecutivos que busquen optimizar sus procesos de toma de decisiones”, comentó Gustavo Parés, director general de NDS Cognitive Labs.
Datos, datos, datos
De acuerdo con proyecciones de Mckinsey, para 2030, el 70% de las empresas de todos los sectores implementará soluciones de Inteligencia Artificial enfocadas a la mejora del proceso de toma de decisiones directivas; en esa misma línea, se calcula que el uso de esta tecnología para la óptima deliberación y ejecución de ideas tendrá un impacto de alrededor de 13,000 millones de dólares anuales hacia el final de la década.
“El secreto detrás de la IA para la mejora de procesos de toma de decisión está en su capacidad para recopilar y procesar grandes cantidades de información, de las fuentes más variadas posibles, el poder de los datos es lo que hace de esta tecnología un gran aliado para las compañías. Los directivos que se apoyen en la Inteligencia Artificial pueden decidir con mayor rapidez, precisión y consistencia, incluso en momentos difíciles, como el que supone una crisis inflacionaria”, comentó el directivo.
Ante una inflación, los desafíos de una compañía son muchos, uno de los más preocupantes es el encarecimiento de productos y el menor consumo por parte de los clientes. Si bien estos desafíos son a gran escala y van más allá de la empresa en sí, lo cierto es que es clave reducir costos y eficientar procesos y herramientas como los asistentes conversacionales impulsados por Inteligencia Artificial pueden hacerlo. Por ejemplo, en el área de atención a clientes, pueden generar ahorros hasta en un 30 % y acelerar los tiempos de respuesta en un 80 %, de acuerdo con un reporte de la empresa Invesp.
“Sin duda esto representa una ventaja competitiva para cualquier empresa y ante un escenario económicamente complejo, contar con herramientas analíticas infusionadas con inteligencia artificial, pueden hacer una gran diferencia no sólo para la sobrevivencia de la compañía, sino también para encontrar áreas de oportunidad a pesar de la crisis”, agregó Parés.
En medio de la catástrofe
Los frutos del poder de la IA en la alta gerencia son más que evidentes. Según registros del Mckinsey Global Institute, más del 66% de los responsables de tomar decisiones afirman que la Inteligencia Artificial les ayuda a cumplir con objetivos de manera más eficiente y efectiva.
La posible recesión en el horizonte puede llevar a las empresas a buscar formas de salir adelante con pasos firmes. La Inteligencia Artificial aplicada al proceso de toma de decisiones tiene la capacidad de ofrecer certezas a una compañía, incluso en medio de un escenario desafiante. Con información verificada y verificable, pueden encontrar patrones óptimos e idóneos para incorporar a las decisiones que se tomen con miras al mediano y largo plazos.