Noemí Brito, directora responsable del área de Transformación de Operaciones Legales de KPMG Abogados, señaló que “el metaverso no es un mundo fuera de la regulación. Hay muchísimas reglas que se van a poder trasladar del mundo físico al digital, pero sin duda con ajustes y nuevos desafíos legales”.

Mucho se ha hablado de las oportunidades comerciales que presenta o presentará el metaverso cuando éste desarrolle al máximo su potencial. Sin embargo, cuando este mundo virtual inmersivo continúa en pañales, ya hay algunos que se están cuestionando las implicaciones legales relacionadas al metaverso, un tema que, incluso después de décadas, aún no se resuelve bien para el entorno digital más “clásico”.

Éste fue el foco de la convocatoria de KPMG Oportunidades en el metaverso, que contó con las exposiciones de expertos de la compañía de servicios profesionales sobre el tema. 

Mientras el mundo físico y virtual se funden en lo que será el metaverso -concepto que existe hace años pero que fue popularizado el año pasado por Mark Zuckerberg cuando anunció el cambio de nombre de Facebook por el de Meta-, poco a poco se van asumiendo los distintos retos y desafíos que esta nueva forma de interactuar conllevarán.

Así lo resaltó, Noemí Brito, directora responsable del área de transformación de operaciones legales de KPMG Abogados, que puntualizó que “el metaverso no es un mundo fuera de la regulación. Hay muchísimas reglas que se van a poder trasladar del mundo físico al digital, pero sin duda con ajustes y nuevos desafíos legales”. 

“Los dispositivos de inmersión al metaverso, como los trajes sensoriales que permiten una inmersión más completa, generarán nuevas categorías de datos que permitirán una trazabilidad de sensaciones o emociones, información netamente sensible que habrá que gestionar”.

Noemí Brito, directora responsable del área de Transformación de Operaciones Legales de KPMG Abogados

En este ámbito, la experta señaló que muchas de las normativas que se evalúen para regular el metaverso serán más bien sectoriales (empresas, finanzas, inmobiliarias, etc), pero que hay problemas o desafíos transversales que hay que gestionar.

Por ejemplo, el uso de avatares como representación personal en el metaverso hace notar la importancia que tendrá la identidad digital y el cómo garantizar y conectar la identidad real y la digital. 

“Una de las formas que se está desarrollando en este ámbito es el del wallet de identidad digital, asociada a la identidad digital soberana, que va a permitir que los usuarios se identifiquen de manera más clara y autónoma, de forma que los usuarios puedan liberar información en los servicios en línea que quieran utilizar”, destacó Brito. “Al margen de ello, conocemos de la existencia de nuevos proyectos en curso que abogan por resolver estas problemáticas”, dijo.

La gestión de la privacidad y seguridad es otro de los retos legales del metaverso. En estos nuevos entornos habrá un mayor volumen de información y ésta tendrá un tenor más sensible. “Los dispositivos de inmersión al metaverso, como los trajes sensoriales que permiten una inmersión más completa, generarán nuevas categorías de datos que permitirán una trazabilidad de sensaciones o emociones, información netamente sensible que habrá que gestionar”, comentó la abogada.

“Este tipo de dato tiene un gran valor para las empresas y es uno de los grandes puntos a proteger, sobre todo desde el punto de vista de la desinformación y la manipulación. No se puede mentir sobre sensaciones o emociones”, agregó.

La protección de datos es un tema actualmente en boga, sobre todo para las grandes tecnológicas y plataformas de redes sociales. Acordar un marco común en este ámbito ha probado ser una tarea difícil, algo que en el metaverso será incluso más complejo. En este universo virtual, las eventuales regulaciones deberán definir cómo fijar las residencias, qué tipo de obligaciones tendrán las empresas y quién tendrá que garantizar los consentimientos de recopilación y uso de datos, entre otros temas.

Brito explicó que el derecho a la imagen será otro de los desafíos a resolver en el metaverso. “El derecho a la imagen tiene una normativa diferenciada. Se están planteando problemas sobre cómo se podrían explotar las imágenes de los avatares en el metaverso”, apuntó.

Además de los puntos anteriores, la responsable del área de transformación de operaciones legales de KPMG Abogados destacó otros retos potenciales, como la propiedad intelectual e industrial -o si las personas podrán ser dueñas de sus propiedades o creaciones en el metaverso- o la gestión de crisis, como las denuncias de acoso sexual, algo a lo que Meta ya se ha enfrentado y que ha abierto un nuevo flanco regulatorio.

–IDG.es