Intel hizo pública una recomendación dirigida a los gestores de centros de datos y que no es otra que invitarles a aumentar la temperatura media a la que trabajan sus equipos. Una idea revolucionaria, ya que el paradigma clásico había sido el de rebajar en la mayor medida posible el calor para conseguir una buena refrigeración y no se estropearan los equipos.
El fabricante de chips asegura que los sistemas están preparados para soportar un pequeño incremento de temperatura, acción con la que se reducen no sólo los costos de energía sino también la huella en el medio ambiente que dejan este tipo de instalaciones. En ese sentido, Intel estima un 4% el ahorro energético que se puede obtener por cada un grado que se aumente la temperatura del CPD.
En la actualidad, la mayoría de los centros de datos europeos trabajan en una temperatura que oscila entre los 19 y los 21 grados centígrados, un margen en que se considera que los servidores y el resto de equipamiento TIC funciona de modo óptimo. La recomendación de Intel pasa por invitarles a aumentar este margen hasta los 27, un paso muy agresivo en la lucha contra el cambio climático y los ingentes costes energéticos que requieren los CPD que llegan a consumir un 1.5% del total de energía producida en todo el planeta.
Algunas empresas ya dieron pasos en esa dirección antes de la recomendación oficial de Intel. Facebook, por ejemplo, ha programado su sistema de refrigeración para que trabaje en torno a los en 27 grados centígrados, mientras que Microsoft ha ahorrado 250 mil dólares al año mediante el aumento de la temperatura en cuatro grados.