En México hay un buen pronóstico en lo que se refiere a la adopción de Inteligencia Artificial (IA), dadas las tendencias globales y el crecimiento en áreas como nearshoring, automatización y servicios financieros; sin embargo, de acuerdo con NEORIS la combinación de la IA con la creatividad y la inteligencia humana (Inteligencia Aumentada) es clave para la eficiencia de las empresas y la competitividad en México.
“México es un mercado con gran potencial para la industria tecnológica, pero particularmente la inteligencia aumentada, es clave para crear Smart Interactions que brinden soluciones innovadoras y logren resultados excepcionales en el mercado. La tecnología y la creatividad de las personas, juntas, impulsan y generan eficiencia, calidad, innovación y productividad”, señala Jorge Lukowski, Director Global de Marketing y Comunicación de NEORIS.
“Como empresa de tecnología ―continúa el directivo―, hemos impulsado el uso de las tecnologías avanzadas, las cuales apalancan el ingenio y el talento de nuestros talentos. Por ejemplo, a través del aprendizaje profundo y el procesamiento de lenguaje natural, automatizamos tareas y generamos código de manera ágil logrando liberar al talento humano de tareas repetitivas para que se dedique a actividades más estratégicas y de mayor valor para él y para la compañía”.
México está proyectando pasar de ser la economía número 15 del mundo, con un PIB de 1.2 trillones de dólares, al número 7 u 8 del mundo, con un PIB de 3 o 4 trillones de dólares. Esta reconfiguración abre oportunidades para todas aquellas empresas que tienen algo que ofrecer en esa cadena de valor, y en donde la Inteligencia Aumentada cobra protagonismo para generar eficiencia y, en consecuencia, mayor competitividad para las empresas. Fenómenos como el nearshoring requieren socios tecnológicos con personal capacitado para responder a los desafíos de las distintas industrias.
“Es importante no perder de vista el sentido de responsabilidad y ética que hay detrás. El lado B. Es nuestra responsabilidad avanzar en la adopción de esta tecnología de manera ética y equitativa, asegurándonos de que sus beneficios se traduzcan en un mundo más sostenible. La IA no es simplemente una herramienta transformadora, es un habilitador de posibilidades sin límites”, concluye Lukowski.