Cuando surge una tecnología nueva, hemos sido testigos del afán de las empresas de volverse pioneras; crean unidades de negocio enfocadas en aprovechar oportunidades de las que su negocio pueda beneficiarse. Y lo hemos visto en la reciente historia moderna.
Big Data, Social Media, Atención a clientes y la Nube son algunos ejemplos de ello, y hemos atestiguado la generación de unidades especializadas de negocios, dirigidas a explotar el potencial de un mercado existente, pero sin explorar, ya que no se tenía precedente alguno de su funcionamiento, alcance o funcionamiento.
Con el auge de los dispositivos “wearables” en el mercado y con el inminente futuro conectado, que poco a poco se teje en nuestra vida personal y profesional, se ha creado una categorización que engloba toda actividad proveniente de estos aparatos conectados constantemente a Internet y que generan datos que pueden ayudar a mejorar procesos y entender al mismo tiempo el enfoque que los consumidores tienen hacia cierto producto o servicio.
Es importante reconocer que las compañías deben innovar para aprovechar estas nuevas oportunidades de negocios, confiando en las plataformas existentes en la Nube y en los servicios de infraestructura, permitiendo que cada empresa y organización sea capaz de adaptarse a estos tiempos que exigen una conectividad constante, y sobre todo una perspectiva global de lo que nos pueda beneficiar o perjudicar.
Por ello, tenemos que considerar que el Internet de las Cosas debe verse como un complemento a las demás herramientas de generación de información con las que cuentan las empresas, ya que se integra con cada una de ellas, y conforme pase el tiempo, su influencia será cada vez mayor. Al respecto, Mark Hurd, CEO de Oracle augura que para el año 2025, un 80% de las aplicaciones empresariales se moverán a la Nube. Esto influirá en la manera en la que el Big Data, la Nube, y el Internet de las Cosas interactuarán entre ellas, administrando su información de forma constante y dinámica, dibujando un panorama positivo del que toda industria resultará beneficiada.
La presencia de un nuevo elemento relacionado, no siempre implica que hay que dirigirle esfuerzos adicionales para explotar las formas en las que cosecharemos sus beneficios; como industria hay que dejar de considerar que no toda tecnología merece una unidad especializada, y en vez de ello preguntarnos: ¿de qué manera esta innovación es capaz de integrarse con lo que tenemos en nuestro portafolio de servicios?
-Eduardo López, Vicepresidente de Consultoría, Aplicaciones y Cloud, Oracle Latinoamérica.