Es inusual que los proveedores de tecnología de gran tamaño no sean las compañías más poderosas en cualquier espacio de mercado que ingresen. El mero hecho de que estén allí organiza a otros proveedores en una formación “Google / Microsoft / Amazon contra todos los demás”.
Es por eso que, según los expertos, el heterodoxo mercado de plataformas del Internet de las Cosas (IoT) es tan extraño: se trata de un área en la que están jugando todas las potencias tradicionales de la TI, pero no dominan la participación de mercado de la forma habitual.
Parte de la razón de que eso ocurra es el gran número de empresas que hay. Los expertos estiman que entre 300 y 700 empresas ofrecen un producto que aborda parte del mercado IoT, ya sea conectividad básica, analítica o funcionalidad de aplicación de línea de negocio. “Hay mucha variedad en el tamaño de los vendedores y de donde provienen. El mercado sigue estando bastante fragmentado, así que no hay un líder claro, ni siquiera líderes”, aseguró el vicepresidente de investigación de Gartner, Mark Hung.
Por otra parte, el Internet de las Cosas es una tecnología que toca el lado operacional del negocio mucho más fuertemente que la TI tradicional. Eso significa que los megavendores tienen que jugar en el mismo mercado que las empresas que podrían tener ventajas arraigadas sobre ellos. Por ejemplo, gigantes industriales como GE tienen relaciones con sus clientes que pueden hacer difícil para una empresa de tecnología tradicional ampliar su presencia en el IoT industrial. Las empresas de TI tradicionales están luchando para obtener una visión más operacional de las industrias como la energía y la salud.
De modo que, por el momento, las grandes empresas de tecnología tendrán que conformarse con ser “parte” del mercado.
Asimismo, las empresas tecnológicas operacionales como GE y Siemens no tendrán las cosas fáciles tampoco. Las grandes empresas de TI tienen un gran control sobre la infraestructura subyacente y son excelentes en analítica, e incluso un mínimo de integración en tecnología operativa podría hacerlos mucho más atractivas en la empresa IoT.
Asociaciones
La estrategia, entonces, es entrar en tantas asociaciones como sea posible, y lo que está sucediendo es un “entrelazado” de OT y TI.
Es importante destacar que estas asociaciones raramente son exclusivas, lo que ayuda a asegurar la interoperabilidad entre la infraestructura existente de una empresa y las nuevas plataformas IoT que quiera adoptar. Asimismo, open source es un destacado contribuyente en esta diversidad, por lo que Hung instó a las empresas a adoptar el modelo.
La clave para no perderse en este mercado caótico y todavía en desarrollo es el autoconocimiento, agregó Hung. Identificar, con gran especificidad, lo que se necesita de una implementación de IoT debería ayudar.
Jon Gold, CIO EEUU