En un contexto en el que la conectividad digital sigue siendo esencial para la comunicación y la economía global, el tercer trimestre de 2024 destacó por una serie de interrupciones de Internet, en su mayoría de gran magnitud y con impactos notables en la vida cotidiana y en los ecosistemas digitales.
De acuerdo con datos de la empresa Cloudflare, estas interrupciones, ya sean provocadas por políticas gubernamentales, fenómenos naturales o daños en infraestructuras críticas, han afectado a millones de usuarios en diversas regiones. En el análisis de este periodo se observa cómo las causas de estas desconexiones son diversas, desde intervenciones estatales hasta eventos fuera del control de gobiernos y corporaciones.
Interrupciones impuestas por gobiernos
Uno de los factores más recurrentes en estas desconexiones es la intervención de los propios gobiernos, quienes en numerosos países optaron por bloquear el acceso a Internet durante eventos específicos, principalmente exámenes académicos nacionales y manifestaciones.
Estas interrupciones no sólo impactan la conectividad de sus ciudadanos, sino que también reflejan las tensiones entre el control gubernamental y el acceso libre a la información.
- Bangladesh: En julio pasado, el país experimentó un apagón casi total de Internet como resultado de las violentas protestas estudiantiles. En un intento por “garantizar la seguridad de los ciudadanos”, el gobierno ordenó el corte de la conexión a Internet, primero para los servicios móviles y luego para la banda ancha. Durante casi cinco días, el tráfico en Bangladesh se redujo a cero, afectando todos los sectores de la economía y la vida pública, aunque ciertas áreas de servicios financieros y tecnológicos tuvieron un acceso limitado como parte de una “prueba de reconexión” gradual.
- Kurdistán iraquí e Irak: La región autónoma del Kurdistán y el propio Irak continuaron con la práctica de suspender el Internet durante los exámenes académicos para evitar que los estudiantes hicieran trampas. Estas interrupciones fueron intermitentes y afectaron a múltiples proveedores de servicios, resultando en una disminución significativa del tráfico y del espacio de direcciones IP en todo el país, afectando tanto a usuarios individuales como a instituciones.
- Mauritania: Este país africano también implementó bloqueos de Internet en agosto durante los exámenes de bachillerato, afectando a varios de sus principales proveedores de servicios. Los cortes se realizaron en periodos específicos a lo largo del día, impactando en particular la conectividad móvil sin afectar el espacio de determinadas direcciones IP, lo cual es una muestra de que, aunque las redes permanecieron operativas, el acceso de los usuarios estaba bloqueado.
Interrupciones no provocadas
Además de las interrupciones impuestas por las autoridades, otros eventos no controlados generaron importantes caídas en la conectividad. Las causas variaron desde incendios forestales hasta accidentes en la infraestructura de fibra óptica.
- Camerún: En agosto, una obra de saneamiento en Yaundé dañó la infraestructura de fibra óptica, interrumpiendo los servicios de voz y datos de la red móvil durante más de medio día. Este corte afectó a numerosos usuarios, poniendo en evidencia la fragilidad de la infraestructura de telecomunicaciones en la región.
- Liberia: Una de las interrupciones más prolongadas se dio en este país, donde el cable ACE, una conexión submarina vital para varias naciones de África occidental, sufrió una interrupción que dejó sin servicio a Liberia durante casi dos días completos. La afectación fue tan considerable que las autoridades otorgaron datos gratuitos a los usuarios una vez que se restableció la conexión.
Ataques cibernéticos
Finalmente, no podemos dejar de lado las amenazas cibernéticas, que han sido una causa creciente de interrupciones a nivel mundial. En Rusia, un ataque de denegación de servicio (DDoS) dirigido a operadores de telecomunicaciones provocó una breve interrupción en los servicios de mensajería y aplicaciones bancarias, un evento que fue rápidamente contenido, pero que puso en relieve la vulnerabilidad de las redes ante ataques externos.
La conectividad global sigue estando a merced de factores múltiples y complejos, y las interrupciones de Internet en el tercer trimestre de 2024 dejan claro que, aunque la tecnología avanza, las redes continúan siendo vulnerables tanto a decisiones políticas como a catástrofes naturales y fallas de infraestructura.