Los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon están trabajando en un software de inteligencia artificial que podría un día actuar como un asistente personal, susurrando instrucciones para llegar a un restaurante, armar una estantería o reparar una máquina.
El software se llama Gabriel, como el ángel que sirve como mensajero de Dios, y está diseñado para ser utilizado en un sistema de visión wearable (que forma parte de la ropa) -algo similar a Google Glass u otro sistema que se use en la cabeza. Aprovechando la información en la nube, el sistema está configurado para alimentar o “susurrar” información al usuario según sea necesario.
En este punto, el proyecto se centra en el software y no está conectado a un dispositivo de hardware en particular.
“Hace diez años, la gente pensaba que esto era ciencia ficción”, afirmó Mahadev Satyanarayanan, profesor de Ciencias de la Computación e investigador principal del proyecto Gabriel, de Carnegie Mellon. “Pero ahora está a punto de ser realidad”.
El proyecto, que ha sido financiado por una subvención de 2,8 millones de dólares de la National Science Foundation, ha estado trabajándose durante los pasados cinco años.
“Esto nos permitirá abordar con mucha mayor confianza, tareas como armar un kit“, afirmó Satyanarayanan. “Por ejemplo, ensamblar un kit de muebles de IKEA puede ser complejo y usted puede cometer errores. Nuestra investigación hace posible crear una aplicación que sea específica para esta tarea y que lo guíe paso a paso y detecte los errores inmediatamente”.
Llamó a Gabriel un “gran salto en la tecnología” que utiliza computación móvil, redes inalámbricas, visión artificial, interacción hombre-máquina e inteligencia artificial.
Satyanarayanan afirmó que él y su equipo no están en conversaciones con fabricantes de dispositivos para que se utilice el software, pero espera que éste se encuentre a solo unos años de su comercialización.
“La experiencia es muy similar a cuando un conductor usa un sistema de navegación GPS”, afirmó Satyanarayanan. “Le da instrucciones cuando las necesita, le corrige cuando se equivoca y, la mayor parte del tiempo, se calla para no fastidiarlo”.
Una de las tecnologías clave que se utiliza con el proyecto Gabriel se llama “cloudlet“. Desarrollado por Satyanarayanan, un cloudlet es un centro de datos basado en la nube que sirve a varios usuarios móviles locales.
Los cloudlets pueden establecerse cerca de los usuarios, situados, por ejemplo, en una torre celular o en un edificio de oficinas o un centro de fabricación. Su proximidad a los usuarios los pone solo a un salto inalámbrico de ellos.
Al “traer la nube más cerca”, los cloudlets reducen el tiempo de ida y vuelta de las comunicaciones de los 70 milisegundos típicos de la computación en la nube a unas pocas decenas de milisegundos, o menos, de acuerdo a Carnegie Mellon.
Ahora, los investigadores están trabajando para mejorar la visión de computadora y la detección de ubicación necesarias para el proyecto.
Se espera que las primeras aplicaciones se concentren en tareas especializadas, tales como la reparación de una máquina industrial, pero en última instancia el asistente cognitivo podría aplicarse a tareas tales como cocinar, direcciones de navegación y realizar RCP.