Mejor alineación al negocio
Cuando la pandemia del virus de la influenza A(H1N1) afectó al país en abril de 2009, la Dirección General de Tecnologías de Información (DGTI), a cargo de Jesús David Díaz Garaygordóbil, logró responder de inmediato a los requerimientos de la Secretaría de Salud para conocer el avance y colaborar con las autoridades sanitarias de cada estado.
“Esta crisis fue una gran oportunidad para demostrar el potencial que tiene el uso de las Tecnologías de Información en la Secretaría”, señaló.
La piedra angular fueron el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (InDRE), y un portal colaborativo que se construyó en el que todos los organismos estatales de salud reportaban los posibles casos de infección por el virus y conocían los resultados de las muestras enviadas para su análisis. “El InDRE era la zona cero, ya que es el laboratorio que recibía y procesaba todas las muestras de los casos sospechosos. A los estados se les asignó una cuenta para tener acceso al portal. Asimismo, a las Unidades de Salud Monitoras de Influenza (USMIs) se les dio el ancho de banda necesario para estar en contacto continuo, pues ellas nos ayudaron a dar seguimiento a la evolución de esta pandemia”, explicó.
La DGTI fue la responsable de proveer la infraestructura que pudiera concentrar la información de la forma más oportuna, y reportar casi en tiempo real los resultados de las muestras enviadas por cada estado. De acuerdo con Díaz, el portal se integró en cuestión de días y se contó con el apoyo desinteresado de proveedores de tecnología. “Lo que aprendimos de una emergencia sanitaria como ésta fue que hay que tener mucha sensibilidad para saber cómo ayudar”, comentó.
Durante y posterior a la contingencia, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica se reforzó, se estandarizaron procesos de atención y se diseñaron materiales para las campañas de prevención con el fin de evitar otro brote como el vivido hace más de dos años. Dichos documentos fueron difundidos a través del portal colaborativo y la página web oficial de la secretaría. De igual forma, durante la contingencia, dentro del portal se desarrolló un repositorio que permitía conocer el número de camas disponibles en los hospitales, con el fin de asignar efectivamente los recursos médicos.
Destaca también el cambio que se dio en la manera de hacera el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM), el cual aplican los médicos que desean hacer una especialidad y ocupar una de las cerca de siete mil plazas que se abren anualmente. Durante 31 años, este examen se hizo de forma tradicional, con un cuadernillo de respuestas y que poco contribuía a la trasparencia del proceso de asignación de plazas. Desde el 2008 a la fecha, se presenta el examen de manera electrónica (no en línea) en sedes equipadas con una red de cómputo provista por un tercero.
Con esta modalidad, los aspirantes conocen de inmediatos su puntaje y la seguridad se garantiza. “No se han reportado casos en los que el examen se filtre.
Además, ya que son más de 25 mil candidatos, se aplica durante varios días, y cada vez es un examen distinto, con preguntas que aparecen en orden aleatorio, por lo que copiar es prácticamente imposible”.
Actualmente, el Director General de la DGTI y su equipo colaboran con la Dirección General de Información en Salud en hacer una realidad la Plataforma de Interoperabilidad del Sector Salud, un proyecto que busca que todos los organismos del sector (IMSS, ISSSTE, Pemex, etc.) compartan información sobre sus asegurados para que puedan ser atendidos en cualquier clínica u hospital sin importar su afiliación, ayudando así a crear un Sistema Universal de Salud. “Aquí la interoperabilidad juega un rol clave – hacer que las diferentes plataformas tecnológicas coexistan, intercambien información y sigan las mismas reglas de negocio”, afirmó.
Si bien el primer intento por crear la plataforma para lograr dicha portabilidad no fue posible debido a la heterogénea madurez tecnológica de los organismos involucrados, hoy se están afinando los sistemas de cada uno para que en el segundo semestre del 2011 puedan darse pasos más firmes hacia un Sistema Universal de Salud